Los medios de comunicación vuelven a abordar el tema de la actitud del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, hacia el conflicto ruso-ucraniano y sus conexiones personales con los líderes de Kremlin y Kiev

Chas Pravdy - 05 junio 2025 12:34

Según una información de la influyente publicación estadounidense The New York Times, el exlíder de la Casa Blanca responde a las acciones de Vladimir Putin y Vladimir Zelensky de manera muy diferente. Sus puntos de vista y su evaluación emocional de la situación experimentan cambios significativos, lo que indica un conflicto interno entre su deseo de mantener una neutralidad diplomática y su crítica justa hacia los líderes en funciones. Según fuentes cercanas al entorno de Trump, él ha expresado en varias ocasiones su insatisfacción con las acciones del presidente ucraniano Zelensky. En particular, en círculos de asesores políticos, a menudo se escuchan acusaciones de que, en su opinión, Zelensky es responsable de la escalada del conflicto militar. Trump ha calificado con honor al presidente ucraniano como un "chico malo" y lo ha condenado por que sus pasos políticos y militares contribuyen al aumento de la tensión. Al mismo tiempo, el exmandatario ha mencionado en varias ocasiones que Ucrania se encuentra en una situación difícil — bajo constante bombardeo con misiles y ataques por parte de Rusia. Esto le genera comprensión hacia Ucrania como víctima de la agresión, pero mantiene en su mayoría una postura crítica respecto a su gobierno oficial. En cuanto a Rusia, la actitud de Trump hacia Vladimir Putin ha sido tradicionalmente más reservada e incluso simpática. Él ha destacado en encuentros personales las relaciones “muy buenas” y “amistosas” con el líder ruso. Según sus palabras, el contacto personal con Putin puede ayudar a buscar caminos para terminar la guerra en Ucrania. Sin embargo, en sus recientes declaraciones y apariciones públicas, el expresidente cada vez expresa más críticas. Manifiesta su “inquietud” respecto a las acciones del jefe ruso, señalando que Putin “cada vez tiene más ganas de responder a los nuevos ataques ucranianos”. En una de sus entrevistas recientes, Trump afirmó haber tenido una “buena conversación” con Putin, pero subrayó que esto no significa una salida rápida de la guerra. Según él, el líder ruso justifica plenamente sus respuestas a los recientes golpes ucranianos en objetivos ocupados en Rusia, incluyendo aeródromos. Por otro lado, Volodymyr Zelensky, comentando las palabras de Trump sobre sus conversaciones con Putin, declaró el 4 de junio: “Muchos líderes ya han contactado con Rusia en diferentes niveles, pero estos contactos no resultaron en la cesación de la guerra ni en el establecimiento de la paz”. El presidente de Ucrania subrayó que el Kremlin aún se siente impune y continúa preparando nuevas provocaciones. Zelensky afirmó que, a pesar de las destrucciones y las víctimas masivas, Putin aparentemente “se siente confiado” y, según sus palabras, está preparando respuestas a los nuevos desafíos, lo que da motivos para hablar de una escalada preocupante de la situación. Por lo tanto, en las declaraciones públicas y en el estado de ánimo interno de Trump se observa un enfoque dual: por un lado, mantiene cierta moderación en su actitud hacia Putin, buscando establecer relaciones personales para posiblemente terminar el conflicto; por otro, critica activamente a las autoridades ucranianas por, en su opinión, acciones provocadoras. Esto refleja un enfoque complejo y ambiguo de un político veterano respecto a una de las crisis internacionales más agudas de la actualidad, que sigue generando debates tanto en Estados Unidos como en el ámbito internacional.

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