En una unidad militar en Mykolaiv, las fuerzas del orden han descubierto un esquema de corrupción y sobornos a gran escala, organizado por varios militares

Según fuentes del Buró Estatal de Investigación (DBR), los delincuentes exigían sumas importantes de dinero — directamente a los soldados que abandonaron ilegalmente la unidad — con el objetivo de devolverlos al servicio y crear condiciones laborales falsas y ventajosas. Los funcionarios del DBR, en colaboración con la Fiscalía Especializada en Defensa del Región Sur, iniciaron una operación a gran escala en la primavera de 2025. Como resultado de la investigación, se constató que uno de los militares, cercano a la labor de investigación y operativa, en abril manifestó su deseo de reincorporarse a las Fuerzas Armadas de Ucrania. Sin embargo, en lugar de seguir el procedimiento legal, fue impulsado por la propuesta de un soborno — por 2000 dólares estadounidenses o más de 200 mil hryvnias — que le prometieron ayudarle a “resolver todos los asuntos” relacionados con su transferencia a otra unidad, el cierre de procesos penales y, específicamente, con cargos que no implicaban participación en combates. Ya en mayo de 2025, durante una investigación, los agentes del orden registraron un nuevo episodio durante una comunicación con el sospechoso. En ese momento, en calidad de intermediario, propuso a un soldado — un sargento joven — que, a cambio de una remuneración, conspiraran para resolver su asunto mediante un esquema “completo”. El intermediario, actuando en complicidad previa con otros oficiales de la unidad, mencionó una suma de 3000 dólares y sugirió que no valía la pena rechazar la oferta, ya que de lo contrario el soldado enfrentaría ser transferido a unidades de combate “calientes”. Cuando el soldado aceptó la propuesta, acudió a las autoridades y todos los procedimientos con él se llevaron a cabo bajo su supervisión. Más tarde, en junio de 2025, entregó la primera cuota del soborno, por un monto de 2000 euros. A los pocos días, cerca de uno de los hipermercados de Mykolaiv, entregó la segunda cuota — 40 mil hryvnias — tras lo cual se le prometió que su servicio no cambiaría y no sería despedido, asegurándole que no sería involucrado en combatientes. En ese momento, fue detenido en el lugar el sospechoso militar, lo cual se confirmó con la incautación de dos partes del soborno: 1000 euros y otra parte de 2000 euros. Dentro de los procedimientos investigativos, ya se ha preparado una solicitud a la justicia para que el sospechoso sea detenido preventivamente. Paralelamente, los investigadores trabajan en la identificación de otros funcionarios militares implicados en el delito. La importancia de luchar contra este tipo de crímenes en las estructuras militares se resalta además por el hecho de que estas prácticas corruptas socavan la defensa del país y desacreditan la propia institución militar. El DBR insiste en que no se debe guardar silencio ni mantenerse al margen. Las estructuras militares y policiales llaman a los militares a denunciar cualquier caso de corrupción y abusos vergonzosos, ya que solo así se puede mantener la confianza en las fuerzas armadas y fortalecer el potencial defensivo del país. Cada acto de falta de integridad en las fuerzas armadas representa una amenaza para la seguridad de Ucrania y una destrucción de los esfuerzos de todos los que defienden su independencia.