En Járkov, han vuelto a registrarse graves consecuencias de un ataque nocturno por parte de los agresores rusos
En una ciudad que desde hace mucho tiempo se ha convertido en uno de los principales objetivos de los bombardeos de Moscú, se han documentado nuevamente daños importantes y víctimas humanas a raíz de una serie de golpes lanzados esta mañana, que fueron publicadas por el comandante en jefe de la Administración militar de la región de Járkov, Oleg Sinegubov. En su página de redes sociales, compartió una serie de fotografías que ilustran claramente la magnitud de la catástrofe ocurrida durante la noche. Según el jefe de la OVA, en esta ocasión Kharkiv fue víctima de ataques con misiles, así como de drones kamikaze que dañaron complejos residenciales e infraestructura de la ciudad. No faltaron pérdidas humanas: se registró que, como resultado del ataque, 17 civiles de diferentes edades resultaron heridos, entre ellas una mujer embarazada, niños y una abuela de 93 años. En su publicación, Sinegubov enfatizó que las fuerzas de los ocupantes buscaban sembrar temor y destrucción en la medida de lo posible, dirigiendo intencionadamente sus golpes contra los barrios residenciales. En las fotos de los lugares afectados se pueden ver fachadas de edificios de varios pisos dañadas, ventanas rotas, apartamentos destrozados y autos destruidos. Otra evidencia es la destrucción de cinco edificios multifamiliares, balcones colapsados y daños en las instalaciones internas de los complejos residenciales. "Es otra noche difícil e insomne para los habitantes de Kharkiv", comentó el jefe de la región. "Los golpes del enemigo no tienen como objetivo causar el menor daño a la población civil, pero, a pesar de todo, seguimos demostrando coraje y cohesión en nuestra lucha por proteger nuestra tierra y a nuestra gente". Las condiciones previas a esta noche habían sido tensas. En la noche del 5 de junio, Kharkiv fue blanco de varios ataques con misiles, incluido uno en un distrito de la ciudad, además de ataques con drones que atacaron zonas residenciales. Esto continuó una serie de bombardeos nocturnos que ya se habían registrado anteriormente. Por ejemplo, en la noche del 4 de junio, Kharkiv ya había sufrido explosiones, y las tropas rusas lanzaron un ataque con misiles contra instalaciones civiles y atacaron con drones el sector residencial. Esta línea constante de tensión y destrucción subraya el carácter ininterrumpido de la agresión rusa contra Kharkiv y sus habitantes. La autoridad local y las fuerzas militares hacen todo lo posible por resistir al enemigo, aunque las destrucciones y las pérdidas humanas van en contra de sus esfuerzos. Los residentes locales en las redes sociales comparten sus sentimientos, asegurando que, a pesar de los terribles acontecimientos, permanecen unidos y confían en la victoria. Al mismo tiempo, las autoridades llaman a los habitantes a ser cautelosos y a mantener contacto con los servicios de emergencia para minimizar las consecuencias de una posible nueva ola de ataques y reaccionar rápidamente ante cualquier situación de emergencia. En general, la situación en Kharkiv sigue siendo tensa: la guerra no deja en paz a la ciudad, y cada noche trae nuevos desafíos. Sin embargo, la voluntad y resistencia de los habitantes de Kharkiv, junto con los esfuerzos de las autoridades locales y las estructuras defensivas, mantienen a la ciudad y a sus residentes alejados de una destrucción total.