Elon Musk vuelve a enemistarse con Donald Trump: el multimillonario critica abiertamente al ex presidente de EE
UU. y su rumbo político En un giro inesperado de los acontecimientos, los medios de comunicación estadounidenses y analistas políticos han encontrado nuevas razones para debatir sobre la relación entre las dos figuras más influyentes de la actualidad en Estados Unidos — el multimillonario Elon Musk y el ex presidente Donald Trump. Tras las declaraciones públicas de Trump sobre su confianza en ganar las elecciones de 2024 sin la ayuda de Musk, el empresario expresó abiertamente su insatisfacción y empezó a criticar vehementemente a su ex aliado, lo que ha provocado una nueva oleada de repercusiones públicas y políticas. Todo empezó con los comentarios de Trump, realizados durante una reciente visita a la Casa Blanca, cuando le preguntaron sobre las últimas declaraciones de Elon Musk respecto a la situación política en el país y su activa participación en los debates políticos. En respuesta, el expresidente de EE. UU., que había cambiado su actitud hacia el empresario, admitió estar «muy decepcionado» con Musk, con quien, según Trump, anteriormente mantenían una buena relación. Al mismo tiempo, insinuó que ahora su relación «no es tan sencilla» y cuestionó la confianza en el ex magnate tecnológico. La principal causa del enfado de Trump fue su afirmación de que, sin la ayuda de Musk, aún así ganaría las elecciones de 2024 — en particular en los estados «astutos», como Pensilvania, donde Musk realiza una campaña activa y apoya al Partido Republicano. Trump agregó que, si tuviera control total, habría obtenido la victoria sin la «maravillosa ayuda» del multimillonario. Elon Musk respondió inmediatamente a este desafío. En sus publicaciones en la red social «X», anteriormente conocida como Twitter, empezó con una dura crítica a las declaraciones de Trump, subrayando que sin su ayuda, el ex presidente podría haber perdido esas elecciones, y que los demócratas tendrían el control de la Cámara de Representantes, mientras que los republicanos solo tendrían una ligera ventaja en el Senado — 51 contra 49 escaños. «Qué ingratitud», escribió Musk, insinuando una traición y una injusticia en la actitud del ex aliado. Continuando con sus afirmaciones, el empresario criticó duramente un proyecto de ley político llamado «One Big Beautiful Bill». Según Musk, ese documento, actualmente en la agenda del Congreso, prevé incrementar un déficit estatal ya enorme, lo que lo preocupa profundamente. En sus discusiones, citó ejemplos de discursos previos de Trump en los que criticaba con fuerza el aumento del presupuesto y el déficit, lo cual resulta incompatible con sus palabras actuales. Musk preguntó sarcásticamente: «¿Dónde está esa persona que escribió esas palabras entonces? ¿La reemplazaron con un clon?», haciendo referencia a lo que él llama montaje político y cambios de postura. Esta rápida revisión de sus perspectivas Musk la relaciona con la conclusión formal de su mandato de tres años en la administración de Trump, que se llevó a cabo oficialmente a finales de mayo. Sin embargo, el famoso empresario sigue siendo asesor no oficial del ex presidente, aunque, según analistas, su influencia en los procesos políticos en EE. UU. se ha reducido considerablemente. Los medios informan que sus ambiciones y esperanzas políticas permanecen parcialmente frustradas debido a múltiples problemas administrativos internos y la falta de apoyo de actores políticos clave. Musk, que previamente fue uno de los partidarios más activos e influyentes de Trump en política y tecnología, ahora se ha convertido en uno de sus críticos más feroces, lo que ha provocado reacciones intensas en ambos lados del espectro político. Además, esta situación muestra cuánto han cambiado los mecanismos internos de lucha por el poder en EE. UU. en el contexto de ambiciones personales y conflictos privados. Las publicaciones de Musk generaron numerosos comentarios en círculos expertos, quienes señalan que su postura activa refleja una crisis interna y contradicciones en sus relaciones, complicando la campaña electoral de un posible candidato republicano. Los medios y analistas políticos consideran que este conflicto refleja una lucha más profunda entre dos figuras líderes, cada una tratando de mantener su peso político y su influencia en el futuro del país. Al analizar esta situación, cabe destacar que las relaciones entre Musk y Trump se parecen cada vez más a una especie de espectáculo político lleno de sorpresas y confrontaciones abiertas, que cuestionan la unidad y la cohesión de la mitad del Partido Republicano en vísperas de una de las batallas políticas más importantes en la democracia estadounidense.