El Senado de EE

Chas Pravdy - 05 junio 2025 09:24

UU. se prepara para otorgar a Donald Trump mayores herramientas para oponerse a Vladimir Putin, y planea hacerlo sin medidas de suavización, insinuando un mayor fortalecimiento de sanciones y otros instrumentos de influencia. Así lo declaró el senador republicano Lindsey Graham, destacando que la política actual hacia Rusia debe ser considerablemente más dura debido al comportamiento agresivo de Moscú y sus caprichos. En una publicación en la red social X (anteriormente Twitter), Graham informó que el Senado ya trabaja activamente en cambios en los enfoques hacia Rusia para crear oportunidades para nuevos y más efectivos mecanismos de influencia sobre Putin. Según el político, lo que genera preocupación es la política impredecible y a menudo destructiva del líder ruso, que obliga a los EE. UU. a actuar con mayor firmeza. "Considerando su conducta y su negativa a ser razonable, en el próximo período el Senado entregará a Trump aún más herramientas en su arsenal — y no serán dulces", subrayó Graham. También señaló que elogia los esfuerzos del expresidente en diálogo con el Kremlin, en particular los contactos con Putin en sus intentos de lograr que se siente a la mesa de negociaciones, sin embargo, enfatiza que el éxito en este aspecto solo es posible si hay socios confiables dispuestos a un diálogo constructivo y a decisiones concretas. Graham sostiene que los próximos pasos deben ser duros y enfocados. "Es evidente, considerando el comportamiento de Putin y su negativa a ser razonable, que pronto el Senado proporcionará a Trump aún más instrumentos en su arsenal — y no serán dulces", afirmó. Este enfoque, según él, es necesario para frenar la agresión rusa y proteger los intereses de Ucrania. En cuanto a las iniciativas legislativas actuales, anteriormente los senadores Richard Blumenthal (demócrata) y Lindsey Graham, junto con otros 80 coautores, presentaron un proyecto de ley que prevé endurecer las sanciones económicas contra Moscú en respuesta a su negativa a un alto el fuego. Se planea, en particular, la implementación de un arancel del 500 por ciento sobre los bienes importados de países que compren petróleo ruso, lo que complicará significativamente la actividad económica de Rusia y aumentará la presión sobre su liderazgo. Cabe señalar que estas iniciativas cuentan con apoyo tanto en la Cámara de Representantes como en otras instituciones del poder legislativo estadounidense. Al mismo tiempo, la vocera de la Casa Blanca, Caroline Leavitt, insinuó que la decisión final sobre posibles endurecimientos de sanciones contra Rusia quedará en manos del presidente Trump, quien está enfocado en equilibrar la diplomacia y los pasos de seguridad en esa región. En general, en Washington crece la tensión y a la vez la disposición a tomar medidas decisivas contra Moscú, ya que los cambios en la coyuntura política, la activación de conflictos militares y los desafíos a la seguridad generan nuevas posibilidades para intensificar la presión sobre Kreml, con el fin de cambiar su política agresiva y mantener la estabilidad en la región europea.

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