Vladímir Putin y el Papa León XIV intercambiaron opiniones en una llamada telefónica, la primera después de la reanudación tras la inauguración del nuevo pontífice del Vaticano
Según la información oficial proporcionada por el servicio de prensa del Kremlin, el diálogo tuvo lugar el 4 de junio e puso en primer plano temas urgentes de seguridad internacional y problemas humanitarios, en particular la situación en Ucrania. Esto representó un acontecimiento importante que podría influir en una futura resolución diplomática del conflicto. Según informes de fuentes rusas, dicha comunicación fue la primera en la historia moderna de la Iglesia católica con las autoridades rusas tras la elección del Papa León XIV en la Santa Sede. Desde el Kremlin aseguran que Vladímir Putin, durante la conversación, expresó su agradecimiento al Vaticano por su disposición a ayudar en la búsqueda de soluciones a la crisis en Ucrania, especialmente por su participación en iniciativas humanitarias sobre una base neutral y no política. El líder ruso enfatizó que el objetivo exclusivo es buscar una solución política y diplomática al conflicto, destacando que la paz verdadera y definitiva solo puede lograrse mediante la eliminación de las causas fundamentales de la crisis. Confirmó que Moscú está interesada en obtener una paz duradera y estabilidad, y también informó al Papa sobre los posibles acuerdos alcanzados durante la segunda ronda de negociaciones para el intercambio de prisioneros militares y los cuerpos de los fallecidos. El dirigente del Kremlin afirmó que Rusia está tomando medidas activas para recuperar y devolver a los niños a sus familias, subrayando la importancia de los aspectos humanitarios en el contexto de la guerra. Al mismo tiempo, se refirió a la situación en territorio ucraniano, señalando que, según él, Kiev supuestamente realiza actos de sabotaje dirigidos a infraestructuras civiles en el lado ruso. Estas palabras fueron pronunciadas en el contexto de acusaciones de acciones desestabilizadoras, que actualmente son objeto de intensos debates en círculos internacionales. En general, este contacto telefónico podría marcar el comienzo de una nueva etapa en las relaciones diplomáticas entre Rusia y el Vaticano, y servir como una señal del posible aumento en el papel de los líderes espirituales en la búsqueda de soluciones al conflicto en Ucrania y en la garantía de la seguridad humanitaria en la región.