Шарій recibió una sentencia por escrito — 15 años de prisión y confiscación de bienes por traición a la patria: el canal en YouTube y Telegram bajo ataque

Chas Pravdy - 04 junio 2025 19:52

Ucrania dio un paso más en la lucha contra la propaganda pro-rusa y las actividades encaminadas en contra de la seguridad nacional. Se condenó en ausencia al bloguero ucraniano y activista pro-ruso Anatoli Shariy, así como al exjefe de policía de Vinnytsia, Anton Shevtsov. Ambos fueron declarados culpables de traición a la patria y colaboración con los servicios secretos rusos. La decisión ruidosa fue tomada por el Tribunal Municipal de Vinnitsa el 20 de junio, y ahora enfrentan hasta 15 años de prisión junto con la confiscación de bienes, incluidos canales en redes sociales utilizados para promover propaganda antiucraniana. Según la información oficial de la Oficina del Fiscal General y la SBU, en el tribunal se demostró que los condenados llevaban a cabo actividades conspirativas, que, según las pruebas obtenidas por los investigadores, estaban dirigidas a dañar los intereses del estado ucraniano y de sus ciudadanos. Se estableció que esta alianza delictiva planeó y llevó a cabo su actividad ilícita con la participación de representantes de los servicios secretos rusos, en particular, la FSB de la Federación Rusa. Un lugar especial en este caso lo ocupa un antiguo empleado de policía, que vive en la península ocupada de Crimea. En 2018, firmó un pacto secreto con agentes rusos, aceptando cooperar para obtener información valiosa sobre políticos ucranianos, dirigentes de empresas estratégicas y grandes recursos en internet — todos aquellos que Rusia buscaba usar para socavar la soberanía ucraniana. Gracias a sus vínculos y acceso a datos confidenciales, periódicamente transmitía fragmentos de información que eran importantes para Moscú en sus acciones dirigidas contra Ucrania. Sobre el papel de Shariy en este esquema delictivo, los investigadores cuentan con base en las pruebas recopiladas. En particular, se menciona su participación activa en la preparación y difusión de videos montados, en los que propagandistas rusos mostraban supuestos torturas de prisioneros ucranianos. Según la investigación, Shariy no solo asesoraba a combatientes desde Rusia en técnicas de grabación de videos provocativos, sino que también proporcionaba información sobre qué preguntas hacer dentro del encuadre y cómo crear contenidos que fueran más efectivos para el enemigo. Su contribución también incluyó el suministro de videos con interrogatorios a prisioneros de guerra ucranianos, que luego eran editados y difundidos a través de sus recursos en internet con el fin de desacreditar a las Fuerzas Armadas de Ucrania y fortalecer la propaganda pro-rusa. En la audiencia, los fiscales demostraron que Shariy y Shevtsov actuaron en conspiración, acordando cooperar con un servicio de inteligencia extranjero, violando flagrantemente la legislación ucraniana. Considerando la complejidad y magnitud del delito, el caso se tramitó en un procedimiento especial in absentia, ya que ambos personas se encuentran en paradero desconocido, en situación de ocultamiento. La evaluación jurídica de sus acciones es clara: según las partes 2 del artículo 28 y el artículo 111 del Código Penal de Ucrania — traición a la patria cometida en complicidad y en condiciones de estado de guerra. El tribunal también decidió aplicar una medida sin precedentes: la confiscación de todos los objetos materiales y canales que pertenecen a los condenados y que fueron utilizados para difundir propaganda antiucraniana, en particular, su canal en YouTube y un recurso en Telegram. Esta decisión fue un serio mensaje para toda la red de agentes y estructuras propagandísticas pro-rusas que intentan desestabilizar la situación en Ucrania difundiendo fake news y difamación. Las fuerzas de seguridad ucranianas afirman que la lucha contra amenazas informativas se intensificará, y que la responsabilidad de castigar a quienes se esconden de la ley y tratan de sabotear la seguridad nacional continuará siendo una prioridad. La acusación en el caso contra Anatoli Shariy y Anton Shevtsov ha adquirido gran resonancia y demuestra una firme intención de proteger la soberanía y la integridad de Ucrania. La ley está del lado del Estado, y quienes abusan de su influencia para el enemigo, tarde o temprano, responderán por sus acciones.

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