Los ocupantes rusos bombardearon una de las localidades en la región de Zaporizhzhia, utilizando armamento pesado, como municiones de racimo, las llamadas KABs, lo que provocó graves consecuencias para los habitantes locales
Sobre este incidente, el 4 de junio, informó Iván Fedorov, jefe de la Administración Militar Regional de Zaporizhzhia, resaltando que, como resultado del ataque de misiles y artillería, tres personas resultaron heridas y actualmente se encuentran en hospitales. Según las palabras del jefe regional, el ataque fue una sorpresa para los residentes de la localidad. La información oficial señala que el enemigo utilizó municiones de racimo, un armamento complejo y peligroso, que tiene un alto potencial para causar daños significativos tanto en la infraestructura civil como en la vida de los civiles. A pesar de los esfuerzos de las fuerzas de defensa ucranianas por hacer frente al agresor, el país continúa sufriendo golpes directos por parte de las tropas rusas. El jefe de la Administración Militar Regional de Zaporizhzhia destacó en su comentario que la asistencia médica de emergencia ya está asegurada y que los servicios de emergencia trabajan en el lugar de los hechos. Los médicos luchan por la vida de los heridos, aunque la situación sigue siendo difícil debido a la magnitud de los daños y al alto riesgo para los residentes que permanecen en la zona de bombardeo. Este hecho vuelve a evidenciar la reactivación de las acciones militares rusas en el frente sur, donde el ejército ucraniano continúa frenando al enemigo, pero también enfrenta nuevos desafíos y amenazas. Las autoridades locales y los servicios de rescate están en máxima movilización para garantizar la seguridad y la protección de los ciudadanos en este período de tensión. Las tropas rusas abren fuego de morteros y artillería con mayor frecuencia, causando la destrucción de viviendas, dañando la infraestructura y realizando ataques contra la comunidad civil. Los residentes locales, en busca de protección, intentan resguardar a sí mismos y a sus seres queridos, pero los bombardeos diarios han llegado a un nivel de amenaza constante. Los militares ucranianos y voluntarios llaman a los residentes a mantener la calma y estar preparados para nuevos desafíos. Cabe señalar que la situación en el frente sur continúa siendo tensa e incierta, pero los defensores ucranianos están decididos a proteger sus territorios y preparados para enfrentar cualquier acción agresiva del enemigo. La comunidad internacional condena cada vez con mayor claridad las acciones de Rusia, que continúa usando armas prohibidas contra la población civil y la infraestructura de Ucrania. Este es otro trágico capítulo en la guerra que ya lleva más de un año. La población local ya está acostumbrada a los ataques brutales, pero cada nueva ofensiva recuerda el costo de la guerra y la necesidad de un apoyo reforzado por parte de Ucrania y de la comunidad internacional para restaurar la paz y la estabilidad en la región.