La inteligencia ucraniana dio un paso decisivo en la lucha contra las fuerzas estratégicas aéreas de Rusia, al acceder a recursos secretos de una de las principales empresas de diseño de Rusia — el Ministerio de Defensa de la Federación Rusa, conocido como el gabinete de diseño «Túpolev»

Esto se convirtió en una noticia impactante no solo para los servicios de inteligencia ucranianos, sino para todo el sector de defensa de Ucrania, que lleva a cabo una activa lucha en el espacio digital por obtener información importante sobre objetos militares rusos y tecnologías. Según información detallada obtenida por fuentes en la Dirección Principal de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania, la operación de infiltración por hacking duró varios meses y culminó con la adquisición total de datos valiosos, anteriormente clasificados como secretos. De acuerdo con comunicados oficiales, los especialistas ucranianos accedieron a la correspondencia interna del servicio, datos personales de los empleados de la empresa, sus direcciones domiciliarias, currículums de ingenieros, así como a documentos sobre compras y protocolos de reuniones cerradas. La información abrió una ventana al interior de "Túpolev", desde la naturaleza del trabajo de los empleados hasta los planes estratégicos relacionados con el programa aéreo ruso. Aplicando avanzados medios de ciberseguridad, los agentes ucranianos no solo recopilaron datos detallados, sino que también lograron identificar a los profesionales y empleados que se encargaban directamente de mantener y modernizar la aviación estratégica rusa. Este hallazgo tiene un significado especial para las fuerzas militares y de inteligencia, ya que ahora se conocen no solo los nombres, sino también los domicilios y contactos clave de las personas involucradas en el soporte tecnológico de los bombarderos estratégicos y aviones de largo alcance rusos. Un acto simbólico de los ciberexpertos ucranianos al final de la operación fue la publicación en el sitio web oficial de "Túpolev" de una imagen de una lechuza — símbolo de sabiduría y misterio, que sostiene en sus garras un avión ruso. Esto fue presentado como un señalamiento de ataque y una demostración de victoria en la guerra digital por el espacio informativo y la seguridad del estado. Una declaración de uno de los interlocutores de la Dirección Principal de Inteligencia confirma: "Ahora ya no tenemos documentos confidenciales ni internos secretos en las actividades del buro Túpolev. Nos hemos apoderado de la mayor cantidad posible de información y podremos usarla para fortalecer aún más la defensa de Ucrania. En particular, con los datos obtenidos, ahora tenemos una clara visión del recurso humano responsable del mantenimiento y modernización de los bombarderos estratégicos rusos. Se puede decir que este paso tendrá un efecto positivo sustancial tanto en el campo de batalla como en los cálculos estratégicos de Rusia respecto a sus fuerzas aéreas — tanto en tierra como en el aire." Como antecedente a este importante acontecimiento, cabe recordar el incidente de mayo, cuando en el marco de una operación global, más de once países del mundo colaboraron para descubrir un amplio ciberataque ruso dirigido a obstaculizar el suministro de armas a Ucrania y otras formas de apoyo al sector de defensa ucraniano. Esta operación se enmarca en un combatividad informativa y cibernética de larga data, que lleva varios años y cuyo objetivo es detener la agresión rusa y dotar a Ucrania de medios modernos de defensa. De este modo, la operación de la inteligencia ucraniana en el campo de la seguridad digital y la guerra cibernética es otra prueba de que los servicios de Ucrania son capaces de llevar a cabo una lucha de alta tecnología, que en el futuro podría tener un impacto considerable en el curso del conflicto y en la situación de seguridad en la región. Al mismo tiempo, este evento demuestra la importancia de la protección digital activa del estado y del fortalecimiento del equipamiento de los servicios de inteligencia ucranianos en el ámbito de la ciberseguridad.