La Embajada de Estados Unidos en Kiev ha elevado nuevamente el nivel de alerta respecto a la situación en torno a Ucrania, advirtiendo sobre la probabilidad de un nuevo ataque masivo por parte de Rusia y alertando a los ciudadanos estadounidenses acerca del riesgo constante y creciente de ataques aéreos por parte de Rusia
Esta advertencia es una señal más de la comunidad internacional sobre el aumento de la tensión militar en la región en medio de los últimos acontecimientos y nuevas provocaciones en el marco de la guerra. Según la información publicada el 4 de junio en el sitio web oficial de la Embajada de EE. UU. en Ucrania, la representación diplomática enfatiza que en las últimas semanas, las fuerzas rusas han intensificado significativamente sus bombardeos con misiles y ataques aéreos en objetos clave de la infraestructura ucraniana y en equipos militares. Fuentes indican que en los últimos tiempos, se ha observado una utilización prolongada e intensa de misiles y vehículos no tripulados en ataques a gran escala, lo que incrementa notablemente el peligro para los civiles y militares ucranianos durante las alarmas de ataque aéreo. En relación con esto, la embajada llama a los estadounidenses en Ucrania a extremar precauciones, estar preparados para evacuar rápidamente a refugios y seguir las comunicaciones oficiales sobre las alertas de aire. La embajada no proporciona detalles específicos sobre las razones de dicha advertencia. Sin embargo, los analistas sugieren que responde a los recientes acontecimientos, en particular a la exitosa operación especial ucraniana llamada "La Tela de Araña", llevada a cabo el 1 de junio, que fue una de las operaciones más grandes y complejas contra la aviación militar rusa durante toda la guerra. De acuerdo con datos abiertos, esta operación incluyó la destrucción de una parte significativa de la flota aérea militar rusa, con objetivos fijos como cazas, bombarderos y aviones de detección radar a larga distancia. Según la información oficial del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU), como resultado de "La Tela de Araña", se dañaron al menos 41 aviones rusos, entre ellos múltiples bombarderos estratégicos Tu-95, Tu-22M3, Tu-160, así como un avión de radar A-50. Al mismo tiempo, la OTAN calificó esta operación como "la más exitosa durante toda la guerra", destacando que al menos 40 aviones rusos sufrieron graves daños y de 10 a 13 fueron completamente destruidos. El contexto de los eventos agrava la tensión en la región. En ese mismo día, 4 de junio, el presidente de EE. UU. Donald Trump realizó una declaración sobre las relaciones con Rusia, subrayando que no ve caminos rápidos hacia la paz — indicó que mantuvo una "buena conversación" con su homólogo ruso, Vladimir Putin, pero advirtió que los últimos hechos y la respuesta de Rusia podrían conducir a nuevas escaladas. Trump señaló que Putin aún no manifestó disposición para detener rápidamente las hostilidades y agregó que el líder ruso "muy decididamente" expresó la necesidad de responder al reciente ataque contra bases y aeropuertos rusos en Ucrania. Por su parte, el Kremlin aún no ha realizado comentarios públicos sobre la exitosa operación especial ucraniana "La Tela de Araña", lo que indica su impacto serio y su posible influencia en la situación militar general. Los resultados de esta operación ya han provocado reacciones en círculos analíticos internacionales, resaltando que la situación en la región sigue siendo tensa e impredecible. Kiev continúa declarando la necesidad de fortalecer las medidas defensivas y llama a la comunidad internacional a apoyar en la resistencia a la agresión rusa. Por lo tanto, la amenaza de nuevos ataques con misiles y aviones por parte de Rusia sigue vigente y recibe amplia cobertura en los medios internacionales. La embajada de EE. UU. insta a los estadounidenses en Ucrania a actuar con especial cautela, ya que el nivel de peligro aumenta y podrían ocurrir ataques masivos que amenacen a civiles y objetivos militares. Aún no se sabe exactamente cuándo ni qué objetivos seleccionará Rusia para nuevos ataques, pero los ucranianos y sus aliados se preparan para cualquier escenario de desarrollo de la situación.