El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, considera abiertamente que el documento que Rusia entregó durante las negociaciones, en particular el memorándum, es un documento en tono de ultimátum y insiste en que ese enfoque no deja margen para compromisos o diálogo, algo que muchos analistas y agencias de inteligencia de Estados Unidos esperaban con anterioridad

En la conferencia de prensa del 4 de junio, Zelensky dejó en claro su postura: ese documento que se interpreta como un ultimátum contiene demandas que no son realistas para ser cumplidas desde el lado ucraniano y pone en duda cualquier posible consenso diplomático. Volodymyr Zelensky subrayó que ese memorándum, entregado por Rusia, es prácticamente una declaración unilateral en tono de ultimátum, que en última instancia borra todas las posibilidades de buscar un compromiso. El jefe de Estado citó un ejemplo de las palabras de Vladimir Putin, supuestamente dirigidas al presidente deEstados Unidos, Donald Trump, durante las negociaciones. Según Zelensky, Putin aseguró a Trump que facilitar la implementación de las demandas del memorándum era totalmente posible, pero añadió de inmediato que, en realidad, esto no era así. Según el presidente ucraniano, los líderes rusos comprenden que, tras las demandas expresadas —que incluyen el reconocimiento por parte de Rusia de las regiones ocupadas en cuatro provincias de Ucrania y la anexión de Crimea, la negativa a que Ucrania ingrese en la OTAN y las restricciones en la cooperación militar con socios extranjeros— en realidad, estos no tienen perspectivas reales de ser implementadas. Zelensky enfatizó una vez más que, desde 2014, cuando Rusia inició su agresión híbrida y tomó control de territorios ucranianos, Kiev ha sido un estado no alineado. "Estamos claramente comprometidos por la Constitución en cuanto a aspirar a ser parte de la OTAN, y esto es fundamental para Ucrania. Al mismo tiempo, la cuestión de la adhesión depende de la unidad de todos los miembros de la alianza —su acuerdo o rechazo—. Esto se refiere tanto a la invitación a la OTAN como a la posible negativa a aceptar esa invitación", afirmó. Según fuentes de medios ucranianos y occidentales, el jefe de la Oficina del Presidente, Andriy Yermak, ya informó al presidente Volodymyr Zelensky y al enviado especial estadounidense, Vito Coff, sobre la postura desfavorable y no constructiva de Rusia en sus relaciones con Ucrania, y llamó a continuar con un diplomático activo. Según los interlocutores, Estados Unidos observan este proceso con cierto nivel de decepción, pero no se sorprenden por las demandas ultranacionalistas de Rusia. Se sabe que en Estambul, la parte rusa impuso sus condiciones sin ofrecer compromisos diplomáticos significativos, lo que provocó el descontento de Ucrania y aumentó la tensión en las negociaciones. En general, la situación en el frente diplomático continúa siendo tensa: las autoridades ucranianas mantienen una postura firme respecto a sus posiciones y apoyan a la comunidad internacional en su búsqueda de una solución pacífica, pero dejan claro que no aceptarán ultimátums ni exigencias que priven a Ucrania de su capacidad de decisión. Sin embargo, la dinámica política y la reacción de la comunidad mundial demuestran que la situación sigue siendo delicada, y que el camino hacia una resolución diplomática aún puede ser largo y complejo.