Donald Trump firmó oficialmente un decreto sobre el fortalecimiento sustancial de los aranceles comerciales a las importaciones de metales, en particular acero y aluminio, lo que afectará significativamente las relaciones comerciales internacionales de EE

UU. Según el documento firmado por el presidente, a partir del 4 de junio de este año, los aranceles de importación de acero y aluminio se duplicarán — del 25% al 50%. Este es otro paso en la política de medidas comerciales estrictas, que busca proteger el sector industrial interno de la competencia extranjera. De acuerdo con una fuente oficial — el sitio web de la Casa Blanca — en su decreto, Trump recuerda que anteriormente se habían impuesto aranceles temporales del 25%, destinados a frenar las importaciones de acero y aluminio. Sin embargo, considerando la situación actual y el análisis de información recopilada por los ministerios especializados, decidió elevar las tasas al nivel del 50%, señalando que se trata de una medida para salvaguardar la seguridad nacional del país. La fuente cita palabras del presidente en las que enfatiza la importancia de controlar las importaciones de metales, ya que un suministro excesivo puede amenazar la capacidad de defensa y la estabilidad económica de EE. UU. En el decreto, Trump menciona en particular que los datos sobre la situación de las importaciones fueron analizados cuidadosamente y permitieron determinar la conveniencia de tomar medidas adicionales para controlar los flujos de aluminio y acero, garantizando así los intereses de la seguridad nacional. De acuerdo con las facultades legales otorgadas al presidente por la Constitución y las leyes de EE. UU., él encarga oficialmente a los ministerios y agencias federales que supervisen este proceso. El decreto subraya que las nuevas tarifas entrarán en vigor a las 00:01 hora del Este el 4 de junio y permanecerán vigentes hasta nuevo aviso. Al mismo tiempo, tales medidas permanecerán en efecto a menos que sean canceladas o modificadas mediante decisiones de las autoridades relevantes. El contexto internacional de esta decisión fue preparado a finales de mayo, cuando Trump anunció su intención de introducir aranceles elevados — el doble de los existentes actualmente. Esto generó una amplia repercusión en ámbitos internacionales: países vecinos y socios comerciales advirtieron repetidamente sobre las posibles consecuencias negativas de una acción de este tipo para la economía global y el potencial estallido de conflictos comerciales. Relacionada estrechamente con esta medida, hay una campaña informativa, incluida en recursos como "Euromericas", donde se analizan los riesgos potenciales para Estados Unidos y sus socios ante esta política. Especialmente, en el ámbito mundial, se discute mucho sobre el nivel de estos aranceles y sus posibles efectos en el comercio global, así como en la producción interna de los metallurgistas estadounidenses. Por lo tanto, la decisión adoptada por Trump es un paso importante en su política administrativa, que busca reorientar los flujos comerciales y garantizar una mayor autosuficiencia de EE. UU. en sectores estratégicos. Sin embargo, los nuevos aranceles elevados también conllevan riesgos para la economía mundial, ya que pueden provocar respuestas de otros países, lo que en última instancia puede dar lugar a una escalada de conflictos comerciales y a complicaciones en las cadenas globales de suministro.