Por primera vez, la Casa Blanca comentó oficialmente sobre la operación llevada a cabo por los servicios secretos ucranianos bajo el nombre en código «Telaraña», que se convirtió en una de las acciones más extensas y controvertidas en el marco de la confrontación entre Ucrania y Rusia

Chas Pravdy - 03 junio 2025 21:46

La portavoz del gobierno federal de EE. UU., Caroline Leavitt, puso punto final a la saga informativa durante la rueda de prensa del martes, subrayando que Estados Unidos busca una pronta y justa conclusión de la guerra provocada por Rusia. Al comentar sobre la situación en torno a la operación, Leavitt señaló que la postura del presidente de EE. UU., Donald Trump, respecto a la guerra permanece sin cambios: él desea soluciones rápidas y pacíficas, aunque también mantiene una visión realista sobre los acontecimientos actuales. Resaltó que Washington apoya los esfuerzos de Ucrania y aboga por detener las hostilidades lo antes posible para restablecer la paz y preservar vidas humanas. "Queremos que esta guerra insensata, que ya lleva más de un año y medio y ha causado tanto sufrimiento, finalmente termine," enfatizó Leavitt, añadiendo que EE. UU. contribuye activamente a una resolución diplomática del conflicto ruso-ucraniano. En lo que respecta a los detalles específicos de la operación "Telaraña", afirmó que el presidente Trump no fue informado con antelación sobre las acciones especiales de los servicios secretos ucranianos. Sin embargo, según fuentes de "Ukrainska Pravda", se trata de un golpe rápido y sustancial, tras el cual los aeródromos rusos perdieron aproximadamente 40 aviones, incluyendo bombarderos estratégicos capaces de cambiar el equilibrio de poder en el campo de batalla. La operación especial duró más de un año y medio y fue planificada meticulosamente por el Servicio de Seguridad de Ucrania. Según un interlocutor de "UP" en las estructuras de seguridad, en el marco de "Telaraña", los servicios secretos ucranianos inicialmente utilizaron drones FPV que luego fueron desplazados a Rusia, así como crearon casas móviles de madera para esconder estos drones, lo que permitió reducir el riesgo de interceptación y garantizar la precisión en el ataque a los objetivos. Durante la discusión sobre los aspectos éticos y estratégicos de estas acciones de la defensa ucraniana, el ministro de Asuntos Exteriores de Noruega, Espen Barth Eide, hizo hincapié en el derecho absoluto de Ucrania a la autodefensa, subrayando que la comunidad internacional debe apoyarla en su esfuerzo por proteger su territorio e independencia. Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de la República Checa, Jan Lipavský, destacó que una Ucrania fuerte y bien armada no solo es una necesidad para el país en conflicto, sino también un interés importante para toda Europa, ya que fortalece la seguridad y la estabilidad de la región. En resumen, las acciones de la operación ucraniana "Telaraña" y la respuesta de la comunidad mundial han confirmado una vez más la tendencia hacia un apoyo internacional cada vez mayor a Kiev en su lucha contra la agresión. El fortalecimiento de las capacidades de defensa de Ucrania y las llamadas a una solución diplomática del conflicto siguen siendo el centro de las discusiones políticas. Al mismo tiempo, las declaraciones y comentarios de altos funcionarios demuestran una vez más que Kiev y sus aliados están decididos a defender firmemente sus intereses, buscando preservar la soberanía y devolver la paz en tierra ucraniana lo antes posible.

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