Gran Bretaña ha anunciado una decisión de inversión a gran escala que revolucionará el potencial de defensa del país
En respuesta a la cambiante naturaleza de las operaciones militares y a los avances en las acciones bélicas en Ucrania, el gobierno del país planea gastar más de 2,7 mil millones de dólares (alrededor de 2 mil millones de libras esterlinas) en el desarrollo de tecnologías modernas de drones. Esto no es solo un paso estructural, sino una respuesta a los desafíos de una nueva era de guerra, donde los drones se convierten en un elemento clave de la eficacia y táctica militares. Según los datos de la evaluación estratégica de la defensa, publicada por el gobierno británico, el enfoque de las inversiones se dirigirá específicamente a la tecnología militar aérea no tripulada, que tiene el potencial de cambiar el equilibrio de poder en futuros conflictos. Dentro del marco del programa, se prevé la adquisición tanto de drones de ataque económicos y de un solo uso, capaces de responder rápidamente y realizar golpes precisos, como de sistemas más costosos y reutilizables, que pueden ser utilizados durante largos períodos y brindar una autonomía profunda en las operaciones bélicas. Además de adquirir tecnología, las fuerzas armadas británicas comenzarán a establecer en el país un centro nacional especializado en sistemas no tripulados. Esta plataforma será un espacio para el intercambio de experiencias, la coordinación de innovaciones y la mejora de tecnologías en el campo de los sistemas militares autónomos. Este paso no es casual y responde a cambios globales en la conducción de la guerra. De hecho, la guerra en Ucrania ha sido un catalizador para el reorientamiento de la estrategia de defensa británica hacia los sistemas no tripulados. Aquí, los drones han adquirido el estatus de herramientas críticamente importantes en las operaciones bélicas; se atribuye a ellos aproximadamente el 70% de las pérdidas militares rusas, destacando claramente su papel acumulativo en los frentes modernos. El ministro de Defensa del Reino Unido, Ben Wallace, destacó en su discurso que, gracias a la integración de las tecnologías más avanzadas, se puede hacer que su ejército sea "diez veces más mortal". Esto se refiere, en particular, a la sinergia entre drones, inteligencia artificial, vehículos blindados y artillería, creando un sistema capaz de responder rápida y eficazmente a cualquier desafío de la guerra moderna. El primer ministro del país, Rishi Sunak, subrayó que la reforma de defensa es la máxima prioridad para la nación. Según sus palabras, el gobierno ha definido claramente una trayectoria para alcanzar la máxima preparación operativa, respondiendo a las crecientes amenazas militares y geopolíticas en el mundo. Esto se confirma no solo con las inversiones en drones, sino también con planes para fortalecer el potencial nuclear estratégico del país, incluyendo negociaciones con Estados Unidos para la adquisición de cazas furtivos F-35A Lightning, capaces de lanzar armas nucleares tácticas. Además, Gran Bretaña anunció su intención de construir 12 nuevos submarinos nucleares, señal clara del fortalecimiento de la preparación del país para posibles conflictos con Rusia u otras potencias nucleares. En el contexto de estas ambiciones y pasos estratégicos, cabe señalar que el país está acelerando su modernización militar y sentando las bases para mantener y fortalecer su posición en el escenario global. Las inversiones en sistemas no tripulados y la continua ampliación de su capacidad nuclear y convencional muestran que Londres se plantea convertirse en una potencia preparada para cualquier escenario, atendiendo a los nuevos desafíos y al cambiante panorama geopolítico mundial.