En los territorios temporalmente ocupados de las regiones de Zaporiyia y Jersón, se han registrado nuevamente interrupciones generalizadas en el suministro de energía, lo que indica un aumento de la tensión en la región y nuevos esfuerzos por parte de las fuerzas de ocupación rusas para destruir la infraestructura

Chas Pravdy - 03 junio 2025 01:17

Según la información difundida por las administraciones bajo control de Moscú, la situación con la electricidad se ha agravado considerablemente en varias localidades que se encuentran en ocupación temporal. El jefe de la administración pro-rusa en la región de Zaporiyia, Yevhen Balytskyi, afirma que casi todo el territorio controlado por Rusia ha quedado sin suministro eléctrico. Insiste en que, como resultado de daños posiblemente causados por un ataque con misiles y artillería o por otros medios armados, decenas de asentamientos permanecen sin luz. La situación en la región de Jersón también es dramática: según Vladímir Saldo, colaborador ruso y supuesto "gobernador" de la región ocupada, más de 100 mil residentes en 150 localidades han quedado sin suministro eléctrico. Afirma que los daños en las subestaciones se deben a “astillas de drones derribados” (UAV), en particular en el distrito de Genichesk, cerca de la frontera con Crimea ocupada, así como en Melitópol y otras localidades. Al mismo tiempo, las autoridades ucranianas oficialmente no pueden confirmar ni negar esta información, ya que actualmente no existen verificaciones independientes de tales daños. En las empresas energéticas ucranianas advierten sobre posibles consecuencias graves, ya que la destrucción de la infraestructura amenaza con causar interrupciones aún más severas en las comunicaciones y en el suministro vital para los residentes locales. Las circunstancias de esta situación siguen siendo tensas, y Ucrania monitorea todos los nuevos datos relacionados con el estado del sector energético en la región. Al mismo tiempo, los ocupantes rusos continúan utilizando métodos tácticos de sabotaje y destrucción de infraestructura como parte de la llamada "operación de desestabilización", con la esperanza de crear dificultades adicionales para la resistencia ucraniana y los residentes de los territorios controlados. Las circunstancias de la interrupción del suministro eléctrico vuelven a destacar la complejidad de la situación humanitaria en la región, especialmente en el contexto de un conflicto prolongado y los esfuerzos deliberados de las fuerzas de ocupación para destruir la infraestructura crítica. Ucrania insiste en la necesidad de una respuesta internacional y en la intensificación de los esfuerzos para restaurar el suministro energético, ya que la recuperación completa de las redes energéticas es una condición fundamental para recuperar la estabilidad y la seguridad de la población local.

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