En Járkov, las fuerzas del orden descubrieron y detuvieron a un agente ruso que se había infiltrado profundamente en las filas de la Guardia Nacional de Ucrania y proporcionaba información valiosa al enemigo, trabajando a través de la línea de inteligencia del Kremlin
La peligrosa combinación de traición y actividad subversiva fue descubierta por los empleados del Servicio de Seguridad de Ucrania tras una investigación prolongada y cuidadosamente considerada. Según fuentes oficiales, el detenido — un residente local de 42 años, movilizado a la brigada de asalto de la Guardia Nacional — resultó no solo ser un empleado de las fuerzas del orden ucranianas, sino también un activo agente de los servicios secretos rusos, que utilizaba su cargo en una unidad militar para filtrar información al enemigo. Como determinaron los investigadores, este hombre mantenía contacto con representantes del Servicio Federal de Seguridad de la Federación Rusa a través de la aplicación de mensajería Telegram. En su puesto de comandante de pelotón, transmitía a los ocupantes datos valiosos, incluyendo las coordenadas de cuarteles generales, centros de entrenamiento y otros objetivos militares, así como las ubicaciones y puntos de reabastecimiento de su unidad. Además, el delincuente proporcionaba listas del personal oficial y datos sobre la fuerza de combate de la unidad — desde pelotones individuales hasta un batallón. Esta información era extraordinariamente valiosa para el enemigo, permitiéndole planificar mejor ataques y objetivos en los bombardeos aéreos. Una preocupación especialmente grave es que el FSB prometió organizar la "evacuación" del agente desde la zona de combates a través de la línea del frente en el área de Járkov — otra prueba de cuán profundo es el nivel de agresión y penetración de los servicios secretos extranjeros en el territorio ucraniano. Tras la detención, las fuerzas del orden llevaron a cabo una serie de operaciones para proteger la información de inteligencia y asegurar las instalaciones militares, incluyendo medidas para prevenir posibles intentos de filtración futura. Durante las inspecciones, al detenido se le confiscó un teléfono móvil que contenía pruebas de su colaboración con los servicios secretos rusos. Actualmente, los investigadores del Servicio de Seguridad de Ucrania han informado al sospechoso de su acusación por traición a la patria en tiempos de guerra, un cargo sumamente grave en el contexto de la lucha actual. El hombre se encuentra bajo arresto, enfrentando una posible condena a cadena perpetua o a largos años de prisión por traición. La desactivación de agentes de este tipo es una parte esencial en la protección de nuestro país contra amenazas internas y externas. La guerra que Ucrania lidera contra la agresión rusa exige una vigilancia especial de todas las fuerzas de seguridad, y la detención del "topo" en Járkov confirma que el enemigo continúa fortaleciendo sus redes de espionaje y busca infiltrarse en las instituciones más protegidas del Estado para sembrar discordia y debilitar la capacidad defensiva del país. Las autoridades ucranianas y los servicios de inteligencia siguen trabajando las 24 horas para evitar nuevas traiciones y eliminar cualquier actividad de sabotaje en beneficio del enemigo.