El representante principal del pueblo tártaro de Crimea y uno de los opositores más conocidos a la política de ocupación rusa, Refat Chubarov, hizo un llamamiento urgente a los ciudadanos de la Federación Rusa que actualmente se encuentran en el territorio de Crimea anexada, a abandonar la península de manera inmediata
Su mensaje, publicado en Telegram, tiene una importancia extraordinaria en el contexto de los próximos acontecimientos que se preparan en la región de Crimea, y también servirá como una señal para los ciudadanos extranjeros que se encuentran de forma ilegal en la zona de conflicto. En su mensaje en vídeo en ruso, Chubarov recordó que aquellos que ingresaron a Crimea a partir del 27 de febrero de 2014, es decir, desde el momento de la anexión de la península por Rusia, deben entender: su presencia aquí es ilegal y potencialmente peligrosa. Él subrayó que actualmente se complica la situación en la construcción del puente de Kerch, que conecta el territorio ocupado con Rusia. Este objeto estratégico pronto podría ser destruido durante una de las próximas fases del proceso de desocupación de la península, y por ello, los rusos que permanezcan allí corren el riesgo de quedar atrapados, en una especie de "trampa", donde será difícil o incluso imposible salir. Refat Chubarov hizo un llamamiento claro y directo: abandonar Crimea urgentemente y regresar a casa, al territorio de Rusia, ya que el tiempo en esta operación juega en contra de quienes permanecen allí de manera ilegal. Según sus palabras, hay también otra razón, aún más importante: la preparación para la futura liberación de la península. Él enfatizó que, permaneciendo en Crimea, los rusos corren el riesgo de ser utilizados por las fuerzas militares y los generales rusos como “escudo humano”, lo que permitirá al mando ruso evitar responsabilidades y salvar el pellejo en caso de combates activos o operaciones de liberación. "Si todavía están aquí, en Crimea, no pospongan su salida para mañana. Podrían no alcanzar a irse", subrayó Chubarov, añadiendo que el tiempo para tomar estas decisiones es crítico. Según él, esta advertencia no pretende proteger a los rusos de un peligro real, sino que es un desafío a la comprensión de la situación y la necesidad de reaccionar rápidamente en el contexto de futuras acciones militares y desocupación. Además, hay que recordar que la mañana del 3 de junio se convirtió en una fecha trágica en la historia de la seguridad de Ucrania. El Servicio de Seguridad de Ucrania llevó a cabo una operación especial, preparada durante varios meses, y por tercera vez golpeó el importante puente de Crimea. En esta ocasión, el impacto fue submarino. Según los agentes investigativos, una explosivo con una potencia de unos 1100 kg en equivalente de TNT dañó significativamente las estructuras del puente en el nivel del fondo, dificultando su operación y poniendo en duda su estabilidad futura. El Servicio de Seguridad de Ucrania señala que esta explosión fue un paso más en una operación compleja para destruir los objetos estratégicos controlados por Rusia en la península, con el objetivo de debilitar las fuerzas de ocupación y crear condiciones favorables para la plena desocupación. Actualmente, Crimea se encuentra en un estado de facto de emergencia y bajo la amenaza de destrucción, siendo su futuro determinado por los próximos pasos militares y diplomáticos de Ucrania. En resumen, la situación recuerda un juego mundial al borde, requiere acciones rápidas y decididas por parte de quienes aspiran a liberar el territorio, e implica llamadas a los ciudadanos extranjeros, incluyendo a los de Rusia, a no retrasar la salida. Chubarov advierte: en un momento en que en el frente ocurren cambios radicales, permanecer en Crimea es arriesgar su seguridad y vida. Por ello, cada ciudadano ucraniano, especialmente aquellos en regiones temporalmente ocupadas, debe tener muy claro su plan de acción y no demorarse en abandonar la zona peligrosa. En esta historia, juegan un papel fundamental la estrategia de respuesta rápida y la correcta elección en las condiciones más difíciles de la actual guerra entre Ucrania y Rusia.