Por la mañana, en la ocupada por Rusia İşe en Jersón volvieron a sonar los explosivos de los bombardeos, que causaron consecuencias trágicas para los habitantes locales

Según la información oficial publicada por el jefe de la Administración Militar Regional de Jersón, Oleksandr Prokudin, en Telegram y confirmada en las páginas del gobierno regional en Facebook, las fuerzas enemigas volvieron a abrir fuego contra las zonas residenciales del barrio del Castillo (Korabelny). Como resultado de este terrible ataque, varias personas resultaron heridas. Durante el bombardeo, murió un residente local que se encontraba en la calle — sus lesiones se consideraron incompatibles con la vida. Las familias de las víctimas ya han expresado su condolencia en un estado de luto y tristeza. Los servicios de respuesta rápida locales llevaron al hospital a un niño de cinco años, que fue herido por explosiones de minas y sufrió una conmoción cerebral debido al bombardeo. Actualmente, el niño está bajo la supervisión de médicos, su estado se evalúa como estable, y los especialistas están haciendo todo lo posible para salvar su vida. Según Oleksandr Prokudin, el bombardeo de artillería fue dirigido directamente contra las áreas residenciales. Como resultado, en los apartamentos y casas privadas se dañaron las fachadas, se destruyeron los techos y se rompieron las ventanas. Esto representa una manifestación más del poder destructivo de las fuerzas de ocupación rusas sobre la población civil de la región, que continúa sufriendo violencia y miedo debido a los bombardeos constantes. Las circunstancias de esta noche aún se están aclarando, pero una cosa es evidente: los habitantes de la ciudad volvieron a estar bajo fuego, lo que causa no solo daños materiales significativos, sino también tragedias humanas. La estrategia de terrorismo de las fuerzas militares rusas en esta región parece no tener límites — los civiles nuevamente sienten en carne propia toda la brutalidad de la guerra, y sus vidas y seguridad vuelven a estar en peligro. Testigos y empleados locales insisten en la necesidad de detener la agresión lo antes posible y devolver la paz a Jersón, donde el pueblo civil lleva mucho tiempo necesitando estabilidad y protección contra la guerra despiadada.