Los medios de comunicación rusos han difundido el texto del “memorando”: los requisitos clave de la Federación Rusa para la resolución del conflicto
En la tarde del 2 de junio, las agencias de información estatales rusas — TASS y RIA Novosti — difundieron el texto del llamado “memorando para la resolución”, que contiene una serie de propuestas para detener las hostilidades en el territorio de Ucrania y las condiciones para resolver el conflicto. El documento ha generado muchas discusiones, ya que en él se expresan objetivos y demandas completamente radicales por parte de Moscú, que reducen significativamente el espacio político para el lado ucraniano y complican la búsqueda de un compromiso. Según la información recibida, entre las principales disposiciones del “memorando”, Rusia exige la retirada total de las fuerzas ucranianas de cuatro regiones clave — Zaporizhzhia, Donetsk, Luhansk y Kherson. Esto, en caso de realizarse, significaría una capitulación efectiva de las fuerzas ucranianas en esas regiones y pondría en riesgo la integridad de las fronteras estatales de Ucrania. Además, uno de los puntos centrales del documento es la consolidación del estatus neutral de Ucrania. Esto implica renunciar a los planes de ingresar a Ucrania en cualquier alianza militar, incluido la OTAN. También en el memorando se menciona la prohibición de la presencia de formaciones militares extranjeras en el territorio ucraniano, lo cual cuestiona cualquier posible garantía internacional de seguridad para Kiev. Otro punto clave es la exigencia de confirmar que Ucrania no poseerá armas nucleares; los autores del memorando ven en este tema una garantía de seguridad que debe consolidarse jurídicamente. Según los creadores del documento ruso, esto tiene como objetivo prevenir cualquier intento futuro de restaurar el potencial nuclear de Ucrania. A nivel de política interna, se propone eliminar todas las “formaciones nacionalistas” que, según la versión rusa, socavan la estabilidad y seguridad del país. En esta categoría, probablemente, se incluyen diversos organismos militares y políticos que, desde la perspectiva rusa, apoyan la soberanía ucraniana. Otra de las exigencias es establecer la máxima cantidad de militares ucranianos en las Fuerzas Armadas, lo que, según la lógica de Rusia, debería crear relaciones de fuerza controladas y prevenir una mayor escalada del conflicto. Las agencias rusas también hacen hincapié en la necesidad de otorgar a la lengua rusa un estatus oficial en ciertas regiones, así como garantizar la “libertad” de la población de habla rusa. Esto plantea muchas dudas sobre el futuro del landscape político y cultural en Ucrania. El documento se complementa además con una serie de otros puntos y propuestas que complican la posibilidad de un compromiso y profundizan la confrontación en curso. En la realidad, este “memorando” ha provocado un ola de debates acalorados entre políticos ucranianos, analistas y expertos internacionales. La mayoría de estos expertos subrayan que las formulaciones de los requisitos presentados en el documento prácticamente anulan cualquier intento de encontrar una solución diplomática que tenga en cuenta la soberanía y la integridad territorial de Ucrania. Por el momento, las autoridades ucranianas no han comentado públicamente el contenido del documento, actuando con cautela y tratando de definir una respuesta a esta iniciativa de la parte rusa. Al mismo tiempo, analistas de nivel mundial pronostican que cualquier nuevo documento con esas condiciones podría constituir un paso más en los intentos de Rusia de imponerse en las reglas del juego en Ucrania o, incluso, un intento de crear las condiciones previas para nuevas negociaciones, lo cual requiere prudencia y una política responsable de ambas partes.