El pequeño resumió la operación masiva del SBU: destrucción de aviones estratégicos rusos en cuatro aeródromos rusos

El jefe del Servicio de Seguridad de Ucrania, Vasyl Maliuk, presentó un resumen oficial de una operación única y extremadamente importante de los servicios especiales ucranianos, que tuvo como objetivo debilitar el potencial militar de Rusia en el aire y atacar su aviación estratégica. Esta es una de las operaciones más grandes y complejas de los últimos años, que ha llegado a ser una especie de señal del fortalecimiento de los pasos de Ucrania en la lucha contra el agresor. Según Maliuk, la operación bajo el código "Red" terminó con un éxito radical: como resultado, se destruyeron aproximadamente 41 aviones estratégicos rusos, entre los cuales son especialmente valiosos los tipos A-50, Tu-95, Tu-22 M3 y Tu-160. El valor de la aviación destruida, según estimaciones de expertos, supera los siete mil millones de dólares estadounidenses, lo cual representa un golpe significativo al potencial de combate del país agresor y una señal de su debilidad. Al contar los detalles de la operación, el alto funcionario enfatizó que tal actividad a gran escala requirió un trabajo coordinado excepcional y una planificación prolongada. El objetivo fue establecido personalmente por el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, y la dirección del SBU y su equipo de expertos elaboraron con éxito la estrategia y llevaron a cabo más de un año y medio de preparación minuciosa. La operación se llevó a cabo simultáneamente en tres zonas horarias, lo que creó dificultades logísticas adicionales, pero los servicios especiales ucranianos lograron sobrellevarlo. Como resultado de acciones altamente organizadas, drones militares, que estaban en preparación, fueron desplegados simultáneamente en cuatro aeródromos rusos: "Bélaia", "Dyakilevo", "Oliénya" y "Ivanovo". Gracias a trucos especiales, los drones fueron ocultados bajo techos de casetas móviles de madera, que luego eran transportables y estaban ubicados en vehículos de carga. Cuando fue momento de atacar, sus techos se abrieron de manera remota y encendieron misiles dirigidos contra la aviación estratégica del enemigo. Maliuk subrayó que todos los objetivos fueron legales y correspondían a las normas internacionales — se trataba exactamente de objetos militares y técnicas utilizados para los bombardeos de ciudades ucranianas. Destacó que esta operación es, sin duda, un paso real hacia la desmilitarización del país agresor, y que su continuación dependerá de la situación en el frente y las acciones terroristas de RF. "Destruimos objetivos militares y continuaremos haciéndolo mientras Rusia siga armándose como forma de terrorismo contra Ucrania", afirmó el jefe del SBU. ¿Y qué ocurrió antes? El 1 de junio, Rusia sufrió una serie de golpes que reafirmaron la capacidad de los servicios especiales ucranianos para realizar ataques selectivos contra la aviación rusa. Según fuentes de "Ukrainska Pravda", como resultado de esta operación se dañaron cerca de cuarenta aviones, entre ellos una parte significativa de bombarderos estratégicos. El Ministerio de Defensa de Rusia confirmó los ataques, culpando a los servicios especiales ucranianos, en particular por el uso de drones FPV. El presidente Zelensky hizo especial énfasis en los mensajes públicos, calificando los resultados de esta operación como "brillantes" y prometiendo que quedarán en la historia como ejemplo de una labor eficaz de los servicios especiales ucranianos. Esta decisión tuvo una amplia repercusión mundial, resaltando las acciones decisivas de Ucrania en la protección de su independencia. Poco después, aparecieron las primeras imágenes satelitales que confirmaron la destrucción de aviones rusos en el aeródromo de "Bélaia" en la región de Irkutsk. Fotografías difundidas por analistas de GEOINT muestran la magnitud de los daños y confirman la importancia de la operación ucraniana en el contexto de la lucha por repartir el equilibrio militar en el este y el norte del país agresor. Esta operación especial demuestra un nuevo nivel de pericia táctica y estratégica de las fuerzas de seguridad ucranianas, y sus resultados reafirman una vez más que Ucrania es capaz de controlar la situación por sí sola y de asestar golpes contundentes al enemigo, obligándolo a reconsiderar su doctrina militar y sus recursos.