Los militares rusos han vuelto a intervenir en la vida pacífica de los habitantes de la región de Zaporiyia, realizando ataques contra el pueblo de Kopani, que forma parte de la comunidad de Vozdvyzhivska

Chas Pravdy - 01 junio 2025 19:27

Según informan las fuentes oficiales, como resultado de un ataque dirigido con bombas aéreas guiadas, una parte del pueblo se convirtió en ruinas. Como resultado de este terrible incidente, murió un hombre de 67 años, residente de esta pacífica zona, cuya vida fue interrumpida por un acto de violencia injustificado. Sobre este trágico suceso informó próximamente el jefe de la Administración Militar de la Región de Zaporiyia, Iván Fedorov, quien anunció los detalles a través de su canal oficial de Telegram. Según sus palabras, los ocupantes rusos utilizaron al menos tres bombas aéreas guiadas, atacando intencionalmente el pueblo de Kopani, en el territorio del distrito de Pology. Como consecuencia del ataque enemigo, una de las viviendas quedó gravemente dañada o destruida por completo, y otra persona — un hombre de 67 años — perdió la vida debido al ataque. Esta tragedia es una prueba de cuán peligrosa y destructiva es la guerra en el este de Ucrania, donde los civiles se han convertido en víctimas de la despiadada táctica de las tropas rusas. Con cada nuevo bombardeo, no solo se destruyen casas, sino también vidas de toda una generación, dejando atrás solo dolor y ruinas. Las autoridades locales y las fuerzas armadas continúan tomando todas las medidas posibles para proteger a la población, pero los ataques constantes generan aún más desesperanza y miedo entre los ciudadanos. Los testigos relatan que la caída de las bombas aéreas guiadas fue muy fuerte, y las consecuencias de su impacto se sienten prácticamente en toda la comunidad. Los habitantes permanecen en riesgo constante, ya que el enemigo no detiene sus acciones agresivas incluso en localidades pacíficas. Las autoridades llaman a los residentes a estar alerta nuevamente, a seguir las normas de seguridad y a no ignorar las señales de alarma. La muerte del hombre en Kopani fue otro ejemplo trágico del valor de la vida humana y un recordatorio de la necesidad de fortalecer la defensa y los esfuerzos diplomáticos para poner fin a la guerra. Los ucranianos vuelven a llorar a sus compatriotas que se convierten en víctimas de la agresión externa, y una vez más llaman la atención de la comunidad internacional sobre la magnitud de la destrucción y las pérdidas humanas en este conflicto.

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