En Кремmy expresaron incertidumbre sobre la posibilidad de realizar una reunión presencial entre el presidente de EE
UU., Donald Trump, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, en un futuro cercano. Según funcionarios de alto nivel, la probabilidad de que la reunión tenga lugar antes de 2025 disminuye significativamente, y actualmente no existen acuerdos concretos ni fechas acordadas. Las fuentes en el Kremlin subrayaron que en este momento no hay un acuerdo oficial respecto al plan para realizar negociaciones bilaterales. En los informes se enfatiza que, aunque de vez en cuando se mencionan ideas sobre una posible reunión en el nivel de discusión, aún no se han alcanzado compromisos ni acuerdos específicos. Al mismo tiempo, en el Kremlin reaccionan con optimismo ante el simple hecho de las conversaciones telefónicas entre los dos líderes, considerándolas útiles para mantener el diálogo diplomático. El asistente del presidente de Rusia, Vladimir Putin, Yuri Ushakov, señaló que una reunión presencial de los líderes es, en realidad, un evento de gran envergadura que puede influir en el curso de las relaciones internacionales y conducir a resultados significativos. Sin embargo, destacó que cualquier logro en el marco del proceso de negociación dependerá del trabajo coordinado de los equipos, indispensables en la preparación de tales encuentros diplomáticos. En sus comentarios, Ushakov afirmó que prever los plazos para una posible reunión es extremadamente difícil, y que los intentos de hacer predicciones concretas son absurdos. "Predecir cuándo exactamente ocurrirá esto —es absurdo. Se puede suponer que quizás ya este año... pero eso no garantiza nada, y, en realidad, ni siquiera es necesario", señaló, haciendo alusión a la complejidad e imprevisibilidad de los procesos diplomáticos. Cabe señalar que anteriormente Donald Trump expresó varias veces su deseo de mantener una reunión rápida con Vladimir Putin. Según él, las negociaciones personales son la única forma de lograr cambios sustanciales en las relaciones bilaterales y de contribuir a la resolución de los problemas internacionales actuales. Sin embargo, en este momento, esa idea sigue en duda, ya que ambas partes han logrado mantener un tono diplomático y evitar avanzar activamente hacia fechas concretas, lo que indica la dificultad y la delicadeza de los procesos diplomáticos entre EE. UU. y Rusia en las condiciones actuales.