Reino Unido ha preparado un documento estratégico a gran escala que detalla claramente la profunda y apremiante amenaza que representa la agresión de Rusia, así como los desafíos de la guerra moderna, que están cambiando radicalmente el panorama de la seguridad internacional

Chas Pravdy - 31 mayo 2025 09:43

Esta revisión de 130 páginas, elaborada con la participación de los tres principales asesores del Primer Ministro, Rishi Sunak, será presentada al público el próximo lunes y tiene como objetivo convertirse en una herramienta fundamental para la formulación de la política exterior y de defensa del Reino Unido en los próximos años. En un contexto de creciente complejidad de la situación global, el documento subraya que Gran Bretaña entra en una nueva era de amenazas militares caracterizada no solo por conflictos tradicionales, sino también por la rápida incorporación de nuevas tecnologías — desde drones y la inteligencia artificial hasta cibercrimen y operaciones de sabotaje. Según fuentes, este análisis se basa en las lecciones aprendidas tras el inicio de la guerra en Ucrania y está orientado a fortalecer la capacidad defensiva del país frente a los desafíos actuales. El documento dedica una atención especial a Rusia, a la que describe como una «amenaza inminente y apremiante» para la seguridad británica y la estabilidad en Europa en general. El análisis destaca que la agresión armada de Moscú, alimentada por elevados niveles de operaciones cibernéticas y de sabotaje, requiere una respuesta significativa por parte de Londres. Sin embargo, los autores advierten que, aunque la actividad de Moscú esté creciendo, ello no indica necesariamente la intención de convertir el conflicto en una guerra total con el Reino Unido. El informe también aborda ampliamente el potencial de China, la cual, desde la perspectiva de los estrategas británicos, no se presenta como un enemigo en un sentido completo. En cambio, se la describe como un «desafío sofisticado y persistente», que a veces puede colaborar con Moscú, pero al mismo tiempo intenta aumentar su influencia global y alterar el equilibrio de poder en el mundo. Otras amenazas secundarias provienen de Irán y Corea del Norte, países que, según las evaluaciones, apoyan activamente a sus respectivos regímenes en sus regiones. En general, este documento anticipa un escenario que supera en severidad al peor de los previstos desde el fin de la Guerra Fría, sugiriendo que el nivel de tensión militar y de seguridad ha alcanzado los valores más altos desde principios de los años 90. No obstante, se enfatiza que esto no implica necesariamente un paso inevitable hacia una guerra con Rusia. En cambio, se trata de crear las condiciones para contener y hacer frente a posibles agresores mediante la modernización del ejército y el desarrollo de capacidades cibernéticas. Dentro de la preparación de esta revisión estratégica, se han establecido también objetivos clave para aumentar el gasto en defensa. La propuesta es que, en los próximos años, el Reino Unido incremente gradualmente su presupuesto militar hasta el 2,5% del PIB para 2027 y, en el próximo ciclo parlamentario, lo lleve al 3%. Esto responde a la idea de fortalecer las capacidades militares del país y reforzar su papel en la OTAN, especialmente considerando la próxima cumbre de verano, donde se abordarán junto con otros países las cuestiones del equilibrio de gastos en defensa y las nuevas amenazas regionales. Otro aspecto crucial es la reducción del número de efectivos militares. Datos recientes indican que las fuerzas armadas británicas han bajado a su nivel más bajo en la historia, con menos de 71 mil soldados, consecuencia de una reducción prolongada y de los constantes desafíos presupuestarios. Esto genera riesgos adicionales para la capacidad operativa y el potencial defensivo del país. En respuesta, el gobierno ha prometido ampliar las fuerzas en 5 mil soldados, lo que costaría aproximadamente 2.5 mil millones de libras esterlinas anuales. Sin embargo, pese a estos gastos importantes, cualquier aumento adicional en el ejército dependerá de una campaña de reclutamiento exitosa. Por otro lado, el documento también pone énfasis en las tecnologías innovadoras, incluyendo un gasto superior a mil millones de libras en inteligencia artificial y ciberseguridad. Las Fuerzas Armadas británicas planean no solo fortalecer sus capacidades en ciber"defensa", sino también crear un equipo de hackers capaz de contrarrestar ataques complejos de fuentes externas. Esto responde a las tendencias globales en las que los combates decisivos se trasladan al ámbito virtual, y los países necesitan adaptar sus estrategias de defensa a la era digital. Además, en el marco de la estrategia, se discutirá la regulación de los gastos en protección de fronteras y costas, alineados con las nuevas metas de la OTAN respecto a los desembolsos para la «defensa territorial». Considerando la necesidad de una cooperación internacional más amplia, el Reino Unido busca no solo proteger sus fronteras tradicionales, sino también fortalecer alianzas en seguridad global en los ámbitos digital y militar mediante acuerdos estratégicos en el marco de la OTAN. En resumen, este documento presenta ante el Reino Unido desafíos serios, y al mismo tiempo traza un camino ambicioso hacia la modernización del sistema de defensa y el fortalecimiento de su papel internacional. Con los análisis de crisis y los planes presentados, el país se prepara para una nueva era de amenazas, en la que las tecnologías y las guerras híbridas complican significativamente el espacio de seguridad, y donde la capacidad de adaptarse rápidamente será determinante para su futuro.

Source