Los países europeos están cambiando su rumbo estratégico respecto al apoyo a Ucrania en su guerra contra Rusia, renunciando a la tradicional presencia militar y concentrándose en un apoyo defensivo a largo plazo sin participación activa de Estados Unidos
Esta información fue publicada por el tabloide británico The Daily Telegraph, citando fuentes en círculos diplomáticos europeos, que indican que los planes para misiones de paz en Ucrania están actualmente experimentando cambios sustanciales. Según la publicación, se sabe que los funcionarios británicos y franceses ya han discutido posibles escenarios en caso de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, rechace apoyar a Kiev en materia militar. Al mismo tiempo, los líderes europeos acordaron en unanimidad cambiar sus prioridades, delegando el foco principal de desplegar sus propias tropas a la elaboración de mecanismos de protección a largo plazo para Ucrania. En concreto, el énfasis se pone en fortalecer la capacidad defensiva de las fuerzas ucranianas mediante medios de reconocimiento, presión económica sobre Rusia y esfuerzos diplomáticos. Curiosamente, uno de los diplomáticos europeos destaca que el principal obstáculo sigue siendo el temor a que el presidente de EE.UU. pueda realmente cumplir su promesa de alejarse del papel de mediador activo en la guerra, ya que aún no ha logrado convencer a Vladimir Putin de sentarse a la mesa de negociaciones. En consecuencia, los países europeos se preparan para actuar de manera independiente, con el fin de garantizar un apoyo estable a Ucrania en un contexto donde la asistencia militar principal de EE.UU. puede estar limitada o incluso suprimida por completo. Otro aspecto importante en las discusiones fue la cuestión de la presión económica sobre Rusia. Los líderes europeos aceptaron reforzar las sanciones, que podrían impactar significativamente en el potencial financiero y de la industria militar del Estado ruso. Esto abre la vía a una política más dirigida que involucre todos los instrumentos diplomáticos disponibles para fortalecer la defensa de Ucrania sin necesidad de desplegar contingentes militares a gran escala. Una decisión destacada y aprobada fue la invitación al presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, a participar en la próxima cumbre de la OTAN, prevista para junio en La Haya. Hasta ese momento, la participación del líder ucraniano estaba en duda por sus relaciones conflictivas con Trump, quien ha expresado una oposición abierta a la incorporación de Kyiv en la alianza. Sin embargo, ahora los europeos consideran necesario apoyar su presencia para mostrar a los aliados unidad y coherencia en el respaldo a Ucrania. En el contexto de todos estos eventos, el enviado especial de EE.UU., Keith Kellogg, informó que en la próxima ronda de negociaciones entre Ucrania y Rusia, prevista para el 2 de junio en Estambul, se espera la participación de representantes de EE.UU., Francia, Alemania y Gran Bretaña. En Ucrania esto ha generado interés y atención elevada, pues Kyiv busca fortalecer su posición diplomática y obtener apoyo de socios internacionales en las difíciles condiciones de la guerra moderna. Además, en una conversación nocturna del 30 de mayo con el presidente turco Recep Tayyip Erdoğan, Zelensky abordó la posibilidad de un proceso de negociación futuro entre Kyiv y Moscú en Estambul, lo que refleja la intención de Ucrania de aprovechar cualquier oportunidad diplomática para desescalar el conflicto. Al mismo tiempo, Ucrania estudia cuidadosamente todas las opciones de desarrollo de la situación y busca formas de reforzar su posición en el escenario internacional, en un momento en que en el ámbito exterior se centra cada vez más en la autosuficiencia y defensa europea sin participación de EE.UU. En conclusión, la situación respecto al apoyo a Ucrania continúa complicándose, y los países europeos buscan caminos propios para adaptarse a las nuevas realidades de la guerra, intentando mantener un equilibrio estratégico y garantizar la seguridad a largo plazo en la región sin depender de la ayuda militar estadounidense, la cual actualmente se considera potencialmente limitada o arriesgada.