En Járkovska oblast se ha registrado una nueva ola trágica de bombardeos por parte de los ocupantes rusos, que nuevamente utilizaron explosivos en racimo, conocidos como KABi, los cuales causaron heridas a tres civiles
Este ataque nocturno es otra confirmación de la actitud nihilista del enemigo hacia la población civil de la región, que lleva mucho tiempo siendo objetivo de armas de guerra masiva. Según la administración militar de la región de Járkov, las operaciones comenzaron la mañana del 31 de mayo y continuaron durante varias horas, dejando destrucción y tragedias humanas a su paso. Los invasores usaron municiones de impacto que no tienen un área de efecto puntual y que pueden causar daños significativos tanto en edificios como en la salud de las personas. En particular, en la aldea de Vasyshyove, situada cerca de la ciudad central, las tropas de Putin atacaron con una bomba aérea el territorio de una empresa civil. Como resultado, varias construcciones privadas quedaron dañadas. Según información preliminar, dos residentes locales resultaron heridos de gravedad. Fueron trasladados de emergencia a centros médicos donde reciben la asistencia necesaria. Otro incidente de destrucción ocurrió en Bezliudivka, un microdistrito de Járkov que limita con la zona de combate. Allí, debido a un bombardeo enemigo, una vivienda privada resultó dañada. Afortunadamente, en el incidente nadie perdió la vida, aunque un adulto sufrió heridas y también está bajo atención médica. Esta serie de ataques demuestra una vez más lo peligroso que es la situación en Járkovska oblast, que permanece constantemente bajo el objetivo del enemigo. Las autoridades locales, militares y fuerzas del orden trabajan activamente en la evaluación de los daños y en brindar ayuda a los afectados, aunque las condiciones de la guerra siguen siendo sumamente difíciles. Los residentes de la región deben sobrevivir entre alarmas y confiar solo en profesionales para la protección de sus hogares y vidas. En general, la situación de seguridad en Járkovska oblast sigue siendo tensa y genera profunda preocupación entre la población local. La comunidad internacional y las autoridades ucranianas llaman a intensificar las medidas de seguridad y a proporcionar asistencia activa en la recuperación de los objetos destruidos, ya que cada nuevo ataque no es solo un número en las estadísticas, sino la vida de personas reales que la guerra deja al borde de la destrucción, destruyendo sus hogares y su existencia pacífica.