El Presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, en su declaración vespertina, resaltó la importancia de la Operación de Kursk en la contención de las fuerzas rusas para que no lleven a cabo acciones activas en territorio ucraniano
Según sus palabras, actualmente una cantidad significativa de las fuerzas enemigas están concentradas en mantener posiciones en Rusia, lo que tiene un valor disuasorio estratégico para Ucrania y su defensa. En su informe, el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, General Valerii Zaluzhnyi, y el comandante de las Fuerzas Unidas, General Serhii Syrskyi, delinearon detalladamente la tensa situación en el frente. Zelenskyy destacó que la situación en la zona de combate sigue siendo complicada e impredecible, señalando un aumento en la actividad de las fuerzas rusas en varias direcciones clave. Prestó especial atención a las direcciones de Pokrovske, Lyman y Kupiansk, donde las fuerzas ucranianas enfrentan un fortalecimiento de los ataques rusos y las peleas continúan con elevada tensión. El jefe de Estado subrayó que precisamente la operación de Kursk es un componente fundamental en la protección de las fronteras internas de Ucrania, ya que obliga a los rusos a gastar recursos y esfuerzos en mantener sus posiciones en Rusia, lo que, según Zelenskyy, debe conducir a su desgaste y debilitamiento. El objetivo probable de esta estrategia es forzar a Rusia a gastar sus reservas de movilización y fuerzas en la guerra, la cual, desde la perspectiva del liderazgo ucraniano, eventualmente irá más allá de las posiciones temporales y pasará a una fase aún más activa en territorio ruso. Cabe añadir que, a finales de la semana pasada, el proyecto analítico DeepState informó sobre el avance de las tropas rusas en la zona de la aldea de Oleksandrivka, en Sumy. Esto generó preocupación entre expertos y militares, ya que el desplazamiento de la posición del enemigo en esa región podría indicar un fortalecimiento de sus acciones ofensivas, así como una posible ampliación de la línea del frente. Al mismo tiempo, el lado ucraniano busca mantener la situación bajo control y tiene todas las fuerzas necesarias en alerta para prevenir una escalada adicional. Según Zelenskyy, la estrategia de defensa activa, basada en medidas integradas —incluida la operación de Kursk— está orientada a reducir las capacidades del enemigo para llevar a cabo combates activos en las tierras ucranianas y a privarlo de su capacidad de combate. El presidente enfatizó que el objetivo final es recuperar el control de toda la territorio, garantizar la seguridad de los ucranianos y llevar a cabo una lucha que pueda conducir a una paz justa. Resaltó que Ucrania no se rendirá y continuará defendiendo su tierra, utilizando todos los recursos estratégicos y tácticos posibles. Como señalan analistas y expertos militares, los esfuerzos del gobierno ucraniano y la aplicación sistemática de operaciones de contención estratégica permiten mantener la situación bajo control, debilitando las posiciones rusas y agotando su potencial. Sin embargo, la situación sigue siendo tensa y requiere atención constante y respuesta rápida ante cualquier cambio en el campo de batalla.