La administración del presidente Donald Trump ha desarrollado nuevas reglas para la selección de candidatos a la función pública, destinadas a fortalecer el control sobre su lealtad política y su adhesión a los principios de una gestión eficiente

Según los documentos publicados, ahora los potenciales funcionarios deben pasar por una etapa adicional de evaluación, presentando un ensayo con respuestas a cuatro preguntas. Esta decisión forma parte de una estrategia más amplia de la administración para reforzar el control sobre la política de recursos humanos, en particular, en el contexto de las nuevas regulaciones aprobadas por la Oficina de Administración y Presupuesto (OPM, por sus siglas en inglés). De acuerdo con los nuevos requisitos, todos los candidatos deben formular de manera breve y clara —no más de 200 palabras— su postura política y su compromiso con la mejora de la eficiencia gubernamental. Entre las preguntas se incluye la identificación de los decretos o iniciativas políticas favoritas del presidente, así como una justificación de cómo el candidato está dispuesto a contribuir a su implementación si ocupa un cargo correspondiente. Otras dos preguntas deben centrarse en la ética laboral personal y en las formas de incrementar la eficiencia del sistema estatal. Lo que es importante resaltar es que las conclusiones de los candidatos deben ser expresadas en sus propias palabras: el memorando subraya que está prohibido el uso de consultores, inteligencia artificial o cualquier fuente externa, y que todas las respuestas deben ser honestas y auténticas. En el documento se enfatiza la prevención del fraude y la importancia de la transparencia durante el proceso de selección. Cabe destacar que estos cambios afectan incluso a puestos con nivel de salario GS-5, cuyo salario anual inicial es de poco más de 32 mil dólares. Esto implica que incluso asistentes, empleados de parques nacionales y otros servidores públicos deben promover ideas y políticas que apoyen altos estándares de lealtad a la administración y sus valores. Además, uno de los aspectos clave de estas nuevas reglas es el incremento en el énfasis en la ideología política de los candidatos. En el marco de la implementación de una orden presidencial firmada por líderes de la Casa Blanca, en particular Vins Gheyli y Charles Ezell, se están eliminando programas destinados a la diversidad, igualdad e inclusión (DEI, por sus siglas en inglés). La orden propone la selección de candidatos que busquen mejorar la eficiencia de las instituciones públicas, apoyen las ideas de la república estadounidense, respeten los valores constitucionales y la supremacía de la ley. Frente a estos cambios, es evidente un incremento en el control político y en la lealtad ideológica en el sector público. La administración Trump busca conformar una base de personal que valore los principios y objetivos de su plataforma política, así como seleccionar candidatos que ya conozcan y respalden las principales orientaciones de su política. Esto podría influir considerablemente en la futura política de recursos humanos y en la calidad de las reformas estatales, modificando el enfoque tradicional de una selección equilibrada y neutra de los funcionarios públicos.