El tribunal ruso ha prohibido la difusión de memes y de imágenes satíricas que comparan a Vladímir Putin con Adolf Hitler

En Rusia continúa la campaña de censura y restricción de la libertad de expresión, alcanzando nuevas dimensiones en el contexto de la lucha contra la ironía y la crítica a las estructuras de poder. Según la decisión del Tribunal del Distrito de Kirovski, en la ciudad de Omsk, se prohibió oficialmente la difusión de 12 recursos en internet que contenían contenido satírico, incluyendo memes, montajes fotográficos y imágenes de protestas, que comparaban al presidente Vladímir Putin con el dictador nazi Adolf Hitler. Según una fuente del medio "Verstka", en la lista de contenido prohibido se encuentran no solo montajes con bigote y peinado "hitleriano", sino también escenas de la célebre comedia rusa de 2008 "Hitler kaputt!", así como fotos de protestas en las que los participantes sostienen carteles con inscripciones como "Putler — kaput" o "Putin — un paso blando hacia la vergüenza de Rusia". En la lista de vigilancia también figuraron imágenes del famoso blogger Illya Varlamov, como por ejemplo fotografías de una mujer con un cartel que decía "Putler, bebe veneno antes de que te ametrallen", las cuales, según la percepción de los jueces rusos, supuestamente tienen un carácter destructivo. Además, por decisión del tribunal se prohibió la difusión de la página en el sitio popular "Stihi.ru", donde se publicó una imagen de Putin sosteniendo un revólver cerca de la sien, con la frase "Se inició la revisión del caso de fondo. La esencia declaró que era inocente", poniendo de manifiesto, de manera irónica, las restricciones censurarias aplicadas a la libertad de expresión. Según "Verstka", la iniciadora de la denuncia fue la fiscalía de la región de Omsk. En su resolución oficial, el tribunal argumenta que la difusión de dichos materiales "afecta negativamente los intereses de la sociedad y del Estado", y puede "estimular actividades terroristas" y "provocar delitos". Así, el tribunal justifica su decisión afirmando que las imágenes y memes que comparan al líder federal con un dictador nazi crean un ambiente de hostilidad y no contribuyen al funcionamiento estable de las instituciones estatales. Este caso demuestra una vez más cuánto ha crecido el papel del Estado en el control del espacio internet y del campo informativo, con el objetivo de detener cualquier forma de crítica social que se considere innecesaria y peligrosa para el régimen. Al mismo tiempo, estas decisiones judiciales generan acalorados debates entre defensores de derechos humanos y periodistas acerca de los límites de la libertad de expresión y las nuevas formas de manifestación de protesta en las condiciones actuales de un régimen autoritario. Este tema adquiere una relevancia especial en el contexto del aumento de la censura y las represiones contra los usuarios de internet en Rusia, donde cualquier manifestación satírica de burla o crítica a las autoridades cada vez más frecuente cataliza decisiones judiciales que limitan el acceso a la información y censuran el debate público.