Según un informe internacional reciente, Corea del Norte ha intensificado significativamente su cooperación militar con Rusia, suministrándole grandes cantidades de armamento y equipo de combate desde septiembre de 2023
Este hecho ha generado un amplio debate en los ámbitos diplomáticos y militares, ya que no se trata solo de entregas de armas, sino también de una profunda integración entre ambos países en el campo militar, lo que tiene graves implicaciones para la seguridad de la región y la estabilidad internacional en general. De acuerdo con los datos presentados en el primer informe del Grupo de Monitoreo Multilateral de Sanciones (MSMT), establecido por 11 países miembros de la ONU, solo en 2024 Rusia recibió de Corea del Norte hasta nueve millones de proyectiles de artillería y misiles, capaces de ser utilizados eficazmente en operaciones contra Ucrania. En particular, se incluyen abastecimientos de municiones de calibres 122 mm y 152 mm, cuyos volúmenes llegaron a ser sorprendentes. Según fuentes en el campamento de observadores internacionales, estos proyectiles de artillería y municiones de misiles eran transportados por ferrocarril desde los puertos del Lejano Oriente ruso hacia depósitos en las regiones sureste del país, para ser posteriormente entregados a unidades militares rusas en combate en Ucrania. Paralelamente, barcos con bandera rusa operaron en rutas logísticas conocidas, transportando armas y materiales relacionados desde Corea del Norte hacia Rusia desde marzo hasta diciembre de 2024, lo que subraya aún más la magnitud y organización de esta cooperación. Además de municiones comunes, Corea del Norte proporcionó a Moscú misiles balísticos modernos, algunos de los cuales han sido lanzados sobre territorio ucraniano. Según agencias internacionales de inteligencia, en 2024 Corea del Norte entregó al menos un centenar de misiles balísticos de diversos tipos, utilizados con el fin de atacar objetivos de infraestructura civil en ciudades clave de Ucrania, como Kiev y Zaporiyia, entre otras. Esto marca una intensificación de los esfuerzos de Corea del Norte para dotar a Rusia con tecnología de misiles moderna, empleada para atacar a la población civil y también para ejercer presión psicológica sobre la sociedad ucraniana. Además de misiles y municiones, en la lista de tecnologías transferidas se encuentran sistemas de artillería autopropulsada de 170 mm producidos en Corea, sistemas de lanzamiento múltiple de misiles de 240 mm, así como más de doscientos vehículos militares de diferentes tipos. Entre ellos se incluyen cañones autopropulsados, sistemas de lanzamiento múltiple y vehículos de soporte, rearmado y transporte de armas. También se confirmó que Corea del Norte ha suministrado a Rusia sistemas de misiles antitanque, como los misiles Bulsae-4 y lanzagranadas (RPG), que fortalecen considerablemente las capacidades de combate de las fuerzas rusas en el terreno. Es importante destacar que, tras analizar las armas norcoreanas recuperadas en el campo de batalla, las autoridades y agencias de inteligencia ucranianas concluyeron que la precisión y efectividad del uso de los misiles han mejorado. En Járkov se confirmaron restos de misiles de piloto que presentaban características distintivas que indican su probable origen norcoreano, como diseños únicos en las toberas controlables, la disposición particular de tornillos alrededor del encendido y marcas y textos escritos en el alfabeto coreano. El análisis permitió identificar que se trataba de una serie moderna de misiles tipo Hwasong-11A y Hwasong-11B, utilizados en los últimos ataques en ciudades ucranianas, especialmente en agosto de 2024. Los componentes encontrados datan de 2024, lo que confirma la rápida transferencia de nuevos ejemplares de armas desde Corea del Norte a Rusia. Los estudios indican que en meses recientes, Corea del Norte no solo ha aumentado su producción de armas propias, sino que también intenta eludir las sanciones ONU mediante la compra de piezas extranjeras a intermediarios y terceros países. Además, Rusia, a su vez, ha entregado a Corea del Norte sistemas de defensa aérea, y desde noviembre de 2024 se considera que en Corea del Norte han aparecido sistemas modernos de misiles antiaéreos de corto alcance y sistemas de guerra electrónica. Como parte de esta cooperación, Rusia también suministró a Corea del Norte uno o más sistemas de vehículos de combate tipo "Pantsir", sistemas móviles de defensa aérea capaces de atacar aviones, helicópteros, misiles de crucero, armas de alta precisión y UAVs. En conjunto, estos hechos indican que la asociación militar entre Moscú y Pionyang se ha profundizado considerablemente, y va más allá de simples entregas de armas. Representan una nueva amenaza para Ucrania y toda la región, además de evidenciar riesgos de escalada del conflicto, cuando la situación geopolítica podría complicarse aún más ante la intensificación del apoyo militar y técnico entre ambos países, que buscan eludir las sanciones y restricciones internacionales. Observadores mundiales llaman a reforzar la responsabilidad internacional y a intensificar los esfuerzos para controlar la proliferación de armas, ya que esto podría derivar en escenarios aún más caóticos y peligrosos en el futuro.