Personajes conocidos de los movimientos de derecha e izquierda en Alemania hicieron declaraciones agudas respecto al curso de la guerra entre Ucrania y Rusia y el papel del gobierno alemán en este conflicto

Chas Pravdy - 29 mayo 2025 08:34

Una atención especial atrajo la crítica de la líder de la ultraizquierda del frente "Alternativa para Alemania" (AfD), Sara Wagenknecht, quien acusó a la dirigencia ucraniana y al canciller alemán Friedrich Merz de sabotear los esfuerzos diplomáticos y de mostrar poca interés en lograr la paz. Según Wagenknecht, los últimos acuerdos entre Berlín y Kiev respecto al suministro de armas y equipo militar son una señal de que las altas instancias de ambos países no buscan intentar una solución de compromiso y acabar con la guerra. Ella resaltó que tal política conduce a un agravamiento del conflicto y a una lucha sangrienta prolongada. En sus palabras, los esfuerzos por fortalecer el ejército, aumentar las sanciones y ignorar las negociaciones sin compromisos no lograrán que el líder ruso Vladimir Putin se siente a la mesa de negociaciones. "Esto más bien parece una alianza bélica beneficiosa para uno mismo, que no favorece el diálogo estatal y continúa con la sangre derramada. ¿Nos estamos preparando para una guerra interminable?" – explica enfadada Wagenknecht. La activista política subraya que las acciones de Zelenski, en particular la reunión en Berlín con Merz, parecían más una cumbre militar que negociaciones reales. Señaló que este tipo de encuentros apuntan más a demostrar apoyo militar que a buscar caminos hacia la paz. "Son reuniones de comandos armados que avivan el fuego en la guerra y no tienen intenciones serias de detener el conflicto por la vía diplomática", añadió Wagenknecht. También expresó que, si la guerra continúa en ese tono, Ucrania podría ser destruida totalmente, y la responsabilidad recae completamente en ambos líderes. "Merz sigue manteniendo a la población en la ignorancia respecto a los detalles de la entrega de misiles crucero Taurus, lo cual es una omisión de las solicitudes y necesidades del pueblo ucraniano", enfatizó. Los comentarios de Wagenknecht tienen un trasfondo político en el contexto de los debates sobre la ayuda militar a Ucrania. Recordó que la transferencia de sistemas de misiles alemanes a Ucrania podría interpretarse como un acto abierto de guerra contra Rusia, lo cual contradice las normas diplomáticas. Al mismo tiempo, hizo un llamado a un enfoque más constructivo, incluyendo la reducción de la tensión en las negociaciones y la búsqueda de soluciones de compromiso. "En lugar de culpar a Putin por su obstinación, Merz podría concentrarse en buscar vías diplomáticas para salir de la crisis", subrayó. Según expertos, renunciar a la entrada de Ucrania en la OTAN y crear mecanismos de seguridad y neutralidad que garanticen la seguridad de Kiev y no involucren a Ucrania en el conflicto sería uno de los pasos clave hacia la diplomacia. Wagenknecht considera que esta postura sería una mayor garantía para el diálogo y la cesación de la guerra. Recordamos que a finales de mayo en Berlín tuvieron lugar importantes reuniones diplomáticas del presidente ucraniano Volodymyr Zelensky con las autoridades alemanas. En concreto, se reunió con el canciller federal Friedrich Merz, el presidente Frank-Walter Steinmeier y la presidenta del Bundestag, Julia Klöckner. Durante la visita, las naciones acordaron proporcionar ayuda militar adicional a Ucrania por un valor superior a 5 mil millones de euros, incluyendo la firma de un contrato con la empresa alemana Diehl Defence para la producción de sistemas de misiles IRIS-T y armamento relacionado. Según fuentes, el valor del acuerdo alcanzó alrededor de 2,2 mil millones de euros. En síntesis, las declaraciones de Sara Wagenknecht resaltan la tensión en los debates políticos en Alemania respecto al apoyo continuado a Ucrania y las vías para finalizar la guerra. Al mismo tiempo, muestran que en ciertos círculos empiezan a predominar voces que abogan por reconsiderar la postura respecto al conflicto y buscar soluciones de compromiso, lo cual probablemente influirá en futuras políticas berlinesas en esta crisis.

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