En Estambul se está preparando una nueva ronda de negociaciones diplomáticas entre Rusia y Ucrania, aunque algunos detalles todavía generan preocupación

Según fuentes oficiales, en la delegación rusa para participar en esta importante etapa del proceso diplomático volverá a estar presente un colectivo que ya participó en consultas anteriores y que fue criticado severamente por la parte ucraniana. Es decir, los rusos vuelven a delegar allí a Vladimir Medinski, asistente de Vladimir Putin, quien anteriormente lideró la delegación rusa y fue objeto de duras críticas por parte de las autoridades ucranianas debido al nivel insuficiente de representación y a la falta de constructividad en las negociaciones pasadas. Sobre esta información, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zakharova, lo declaró en directo en el canal de televisión "Russia 24". Ella enfatizó que la composición de la delegación permanecerá sin cambios y que, como antes, será encabezada por Vladimir Medinski. Esto indica la intención del Kremlin de insistir en sus condiciones y mantener contacto en un "modo conveniente", lo cual es percibido de forma ambigua por parte ucraniana. En Ucrania, respecto a esto, se expresan escépticos y llaman a una mayor transparencia y concreción. Los representantes del Ministerio de Asuntos Exteriores señalaron que la composición de la delegación ucraniana dependerá de cuándo y cómo la parte rusa prepare y entregue un "memorándum" oficial respecto a un alto el fuego y otras condiciones clave necesarias para comenzar un diálogo constructivo. Es decir, Kyiv insiste en que sin documentos claros y un entendimiento de los esfuerzos conjuntos, cualquier negociación no tendrá resultados reales. La fecha prevista para la segunda etapa de negociaciones es el 2 de junio en Estambul. Rusia ha propuesto esa fecha y lugar, mientras que Ucrania aún no ha dado una aprobación oficial completa. Sin embargo, Kyiv llama a Moscú a proporcionar un "memorándum" escrito respecto a las condiciones para el cese del fuego para su revisión antes de comenzar la siguiente ronda, considerándolo un paso clave para estabilizar la situación y sentar una base favorable a los esfuerzos diplomáticos. La situación geopolítica es tensa y está llena de detalles importantes: el presidente Volodymyr Zelensky ya expresó su insatisfacción, señalando que la parte rusa aún no ha entregado ni a EE. UU., ni a Ucrania, ni a Turquía, un "memorándum" oficial. Esto provocó una ola de críticas y preocupaciones sobre los verdaderos propósitos de Rusia en este proceso. Por otro lado, el 28 de mayo, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, confirmó su propuesta de realizar la segunda ronda de negociaciones el 2 de junio en Estambul. Antes se supo que el ministro ucraniano de Defensa, Rüstem Umerov, entregó a Moscú un documento que refleja la posición oficial de Kyiv y que contiene las expectativas respecto a Rusia sobre un correspondiente "memorándum". Esto subraya nuevamente que Ucrania busca un diálogo abierto y comprensible, mientras que Rusia todavía no ha dado una respuesta formal ni garantías en ese sentido. Los observadores destacan que la perspectiva de negociaciones exitosas depende no solo de formalidades diplomáticas, sino también de la disposición de ambas partes a hacer concesiones y crear condiciones para poner fin al conflicto. Ucrania insiste en pasos concretos, incluido un documento unilateral sobre el cese del fuego, para reducir tensiones y construir una base para un diálogo constructivo posterior. Al mismo tiempo, el valor político y el papel de personas como Vladimir Medinski siguen generando debate y dificultando el logro de un acuerdo real. De este modo, se esperan muchos desafíos y incertidumbres en las futuras negociaciones programadas para el 2 de junio en Estambul. Ucrania insiste en un diálogo más abierto y transparente, mientras que Rusia apuesta nuevamente por antiguos representantes y el uso activo de instrumentos diplomáticos para promover sus intereses. Aunque el ambiente es tenso, mucho dependerá de los resultados de estas negociaciones para el desarrollo del conflicto y el camino hacia una posible paz.