El Ayuntamiento de Kiev no logró convocar la reunión prevista debido a la falta de quórum, lo que generó la indignación y la incomprensión del alcalde Vitali Klitschko

La sesión, programada para el 29 de mayo, estaba prevista para la mañana, pero no pudo celebrarse debido a la baja asistencia de los diputados, lo que provocó una serie de comentarios públicos y políticos. Desde el comienzo, a las 10 de la mañana, se sabía que en el salón solo estaban presentes 46 diputados, aunque en el vestíbulo se registraron 68 personas. El alcalde de Kiev, que actuaba como presidente provisional, reconoció que la situación era injusta y llamó a sus colegas a regresar al salón, insertar sus tarjetas para votar y comenzar el trabajo, insinúa n la necesidad de cumplir con los procedimientos y garantizar el quórum. Sin embargo, incluso una hora después, cuando en el salón ya estaban reunidos 52 diputados, la mayoría permanecía pasiva, y la cantidad real de asistentes aún no alcanzaba los niveles necesarios para la legitimidad de la reunión. Klitschko, comentando la situación, informó que muchos diputados registrados en el vestíbulo estaban dudando o, conscientemente, no deseaban participar en el trabajo del consejo. Los culpó por la presión y los obstáculos actuales por parte de ciertos grupos que buscan desacreditar o paralizar la actividad del consejo de Kiev. En particular, el alcalde señaló que a algunos diputados “los amenazan” con procesos penales, realizan registros y interrogatorios sin justificación, mientras que otros, que ya cumplen con el servicio militar, deliberadamente no se les deja participar en las sesiones, lo que impide formar el quórum. El alcalde no especificó quiénes están tras estas acciones, pero subrayó que en estos momentos se están haciendo esfuerzos para desestabilizar el trabajo del consejo y bloquear la adopción de decisiones importantes para la ciudad. Comentó que estos obstáculos no solo persisten, sino que además se intensifican. Sin embargo, no proporcionó detalles sobre las personas específicas que impiden a los diputados asistir, limitándose a decir que esas acciones son manifestaciones de presión y de una niebla política que impiden el trabajo efectivo de la administración municipal. Se anticipa que en esta sesión del consejo se iban a tratar decisiones importantes para la capital. En particular, se planeaba revisar la modificación del programa de desarrollo económico y social, el presupuesto de la ciudad, la financiación de la construcción y de las instalaciones de protección, la preparación para la temporada de otoño-invierno y el inicio del nuevo año escolar. También eran relevantes los temas relacionados con el financiamiento del desarrollo de la infraestructura del transporte, especialmente la continuación de la construcción del metro en Vynohradar. El alcalde propuso aplazar la próxima sesión del Consejo de Kiev para el 10 de junio. No obstante, este aspecto aún debe coordinarse con los líderes de las fracciones y el cuerpo de diputados. Según el reglamento, para que una sesión sea considerada válida, debe estar presente la mayoría del total de miembros del consejo, que cuenta con 120 diputados. La participación de los diputados en la sesión se confirma mediante un sistema electrónico de votación, que registra la presencia personal y la participación activa del diputado. Por tanto, la situación en el Consejo Municipal de Kiev refleja dificultades en el funcionamiento del órgano de autogobierno local, relacionadas con conflictos políticos e institucionales. La falta de quórum y las manifestaciones de presión por parte de algunos grupos permiten la posibilidad de suspender la adopción de decisiones clave, lo que puede tener un impacto negativo en la vida y el desarrollo de la ciudad. Las próximas acciones aún son desconocidas, pero es evidente que el problema es sistémico y requiere intervención para restablecer el orden legal y prevenir juegos políticos que amenazan con impedir el trabajo normal de la administración local y su capacidad para gestionar eficazmente Kiev.