Durante las últimas 24 horas, la situación en la región de Dnipró sigue siendo tensa: la guerra vuelve a destruir la vida pacífica en la región, causando daños generalizados y dejando heridos

El 29 de mayo, los ocupantes rusos volvieron a activarse en el sur de la región, realizando una nueva ola de bombardeos, principalmente en el distrito de Nízkopillia. Como resultado del ataque, dos civiles — un hombre y una mujer — resultaron heridos de gravedad diversa y fueron trasladados a centros médicos. El vicerrector de la administración militar regional, Serhiy Lysak, informó que los ataques del enemigo estuvieron enfocados en varias comunidades del distrito, pero los impactos más fuertes se sintieron en Nízkopillia y sus alrededores. Según sus palabras, desde la mañana hasta la noche, la región estuvo bajo el fuego de misiles y drones rusos, que utilizaron artillería y vehículos aéreos no tripulados letales. "Las comunidades de Margánets, Pokrovske y Chervonohryhorivka han sufrido los golpes más duros hoy. Los ocupantes atacaron deliberadamente con drones y artillería, causando daños significativos y pérdidas humanas", comentó. Se informa que, como consecuencia de los bombardeos, fueron dañados edificios residenciales y objetos de infraestructura. Resultaron afectados un edificio administrativo, un edificio de cinco pisos, dos viviendas privadas, así como un objeto que anteriormente no se utilizaba, y vehículos — en total, seis vehículos. Además, tras las explosiones, varias mallas de invernaderos quedaron destruidas y también se dañó una empresa de servicios comunales. Las personas heridas están bajo atención médica y serán atendidas de manera ambulatoria — su vida no corre peligro. Además de Nízkopillia, las fuerzas rusas atacaron la comunidad territorial de Hrušívka en el distrito de Kryvyi Rih. Los detalles de esta operación todavía están siendo aclarados, sin embargo, se sabe que el enemigo continúa presionando de manera deliberada varias localidades de la región, destruyendo viviendas y socavando la resistencia de la población civil. En total, en las últimas 24 horas, la situación permaneció tensa, y, a pesar de los esfuerzos de las Fuerzas Armadas de Ucrania por proteger esta parte de la región, los daños y las pérdidas humanas se hacen cada vez más evidentes. Los residentes de la región vuelven a enfrentarse a la realidad de la guerra — esperan nuevos ataques y llaman a las autoridades a reforzar las medidas de seguridad, mientras la sociedad sigue vigilante y atenta a la evolución de los acontecimientos en este frente visible de la agresión rusa.