Los países de la OTAN han completado una prueba compleja y, al mismo tiempo, extremadamente importante de su capacidad de respuesta rápida a los desafíos de la situación de defensa moderna, realizando en Finlandia y Suecia una maniobra avanzada de aterrizaje de aeronaves de combate en carreteras

Esta táctica innovadora se convirtió en una de las principales partes de un ejercicio militar a gran escala, llamado JPH, que tuvo lugar del 26 al 30 de mayo. Así lo informó el Comando Aéreo Conjunto de la OTAN, confirmando que estas actividades fueron otro paso en el fortalecimiento del potencial de defensa de los países miembros de la alianza en la región del Norte de Europa. Estos entrenamientos militares se llevaron a cabo en el contexto de la preparación para posibles escenarios de desplazamiento rápido y eficiente de fuerzas en caso de amenazas externas o agresión. Se hizo un énfasis especial en maniobras en condiciones inesperadas, en particular en aterrizajes y despegues de aviones de combate directamente en carreteras, lo que dificulta significativamente la capacidad del adversario para prever y prevenir dichas acciones. Participaron más de veinte aviones militares modernos de los países de la OTAN, así como casi dos mil militares, en tareas de diferentes niveles de dificultad. En particular, en el marco de la fase especial Baana, por primera vez se involucraron aviones de combate en operación en la fuerza aérea finlandesa, como el F/A-18 Hornet, así como aviones de entrenamiento Hawk. Realizaron despegues y aterrizajes cortos en la autopista E75 junto a la base aérea Tikkakoski en Jyväskylä. Esta experiencia resultó valiosa para restaurar y aumentar la movilidad de las unidades aéreas en escenarios de combate reales. No menos importante fue la primera experiencia de los helicópteros de la Fuerza Aérea de los Países Bajos: los multirole F-35A Lightning II, de quinta generación, realizaron despegues y aterrizajes en la carretera como parte de los entrenamientos. Esto subraya su nivel de integración con rutas terrestres tradicionales y aumenta la capacidad de movilización rápida en conflictos. Al mismo tiempo, en Suecia se llevaron a cabo ejercicios cerrados con despegues y aterrizajes breves de aviación militar en tramos limitados de carreteras. Allí participaron aviones militares de transporte tipo C-130 Hercules, pertenecientes a la Fuerza Aérea Sueca, así como unidades de Noruega y el grupo conjunto germano-francés BATS. Los grupos de aviones practicaron movimientos rápidos y precisos en condiciones restringidas, lo cual es especialmente relevante para la defensa en situaciones de posibles bloqueos o ataques imprevistos. Cabe señalar que estos entrenamientos se centran en la concepción ACE (Agilidad, Comando y Control), que permite reorientar fuerzas en corto plazo, responder rápidamente a cambios en la situación y así aumentar la movilidad y el alto nivel de preparación. En conjunto, estos entrenamientos subrayan la intención de la OTAN de ser lo más adaptable y móvil posible en las condiciones actuales de crisis de seguridad, reforzando la capacidad de las fuerzas regionales para responder a cualquier desafío. El uso de carreteras para el aterrizaje de la aviación militar no solo dificulta al adversario la previsión de las acciones de las estructuras militares, sino que también demuestra nuevos enfoques en la táctica de defensa en la región nórdica de Europa. Previo a estos ejercicios, en los países del Báltico se intensificaron las maniobras militares: en Lituania, para fortalecer las capacidades defensivas y prepararse ante posibles amenazas, se están realizando entrenamientos militares a gran escala con la participación de fuerzas locales y unidades aliadas de la OTAN. Polonia, por su parte, anunció la realización de sus propios ejercicios en respuesta a los ejercicios rusos-belarusos masivos "Zapad", que tienen lugar en Europa del Este y sirven como demostración de fuerza y para incrementar la capacidad de defensa en la región. Estas actividades confirman la tendencia a intensificar la preparación militar y el aumento de la disposición de los países de la OTAN para responder a cualquier escenario de crisis en Europa del Norte y la región báltica.