En Alemania, la intensa discusión política sobre el apoyo a Ucrania en la guerra contra Rusia está ganando impulso, especialmente en relación con la posible entrega de misiles de largo alcance Taurus
Los representantes de las principales fuerzas políticas, en particular los miembros del Partido de la Unión Cristiana Democrática/Unión Social Cristiano (CDU/CSU), llaman cada vez con más fuerza a desplegar programas de entrenamiento para las fuerzas armadas ucranianas y a entregarles este arma moderna, considerándola un posible medio para fortalecer la defensa de Ucrania y reducir las pérdidas civiles. El portavoz de política exterior de la CDU, Roderich Kizewetter, hizo un firme llamamiento a acelerar la implementación de los programas de entrenamiento para las Fuerzas Armadas de Ucrania, destacando que ya es hora de comenzar y de intensificar la transferencia de sistemas Taurus. Según sus palabras, estos misiles de crucero pueden influir significativamente en la situación en el frente, ya que tienen la capacidad de reducir parcialmente la presión en combate y salvar vidas civiles. “Si logramos suministrar una gran cantidad de sistemas Taurus, esto disminuirá en gran medida los riesgos para la población civil de Ucrania”, afirmó. Igualmente, expresó su apoyo a esta postura el presidente del comité de defensa del Bundestag, Thomas Rewecamp. Subrayó que el canciller Friedrich Merz, al cancelar anteriormente las restricciones sobre el alcance de los misiles, “eliminó uno de los principales argumentos en el camino hacia la entrega de Taurus”. “Aunque actualmente esto aún no constituye una obligación oficial de suministro, este paso elimina los obstáculos previos y abre el camino a acciones más decididas”, añadió. Al mismo tiempo, Kizewetter señaló que Alemania aún no ha entregado oficialmente sistemas de armas de largo alcance a Ucrania, por lo que esto debe considerarse principalmente como una señal política, sin efectos concretos para Kyiv en la práctica. Es decir, no cambia la situación actual para el ejército alemán ni realiza ajustes sustanciales en la política de suministros de armas. Fuera de los círculos políticos, también se expresan activistas y diputados de la oposición. Por ejemplo, Anton Hofreiter, miembro del partido Los Verdes, apoya consistentemente la idea de suministrar Taurus y destaca que estos misiles pueden impactar objetivos estratégicamente importantes en Rusia en las regiones fronterizas. “Las declaraciones de Merz no son más que un discurso político si no entrega los misiles Taurus”, asegura. Asimismo, un activista social que señala que la posibilidad de usar estos misiles impactará en los objetivos militares clave rusos. Por otro lado, en la región política todavía se mantiene el debate sobre la orientación futura del apoyo a Ucrania y los esfuerzos para reforzar su defensa. Se sabe que anteriormente Friedrich Merz declaró que las restricciones alemanas sobre el alcance de la tecnología militar para Ucrania habían sido levantadas, y que ya no está prohibido utilizar sistemas capaces de atacar objetivos en Rusia. Esto implica que las limitaciones para el uso de armas fuera del territorio ucraniano han sido oficialmente derogadas, aunque las negociaciones sobre entregas específicas, como los misiles Taurus, aún están en curso. El equilibrio entre las ambiciones políticas y el deseo de garantizar la seguridad de Ucrania sigue siendo tenso: algunos políticos llaman a acciones rápidas y decisivas, mientras otros observan con cautela los posibles riesgos diplomáticos y de seguridad. Sin embargo, lo que parece claro es que la principal fuerza política, el canciller Merz, actualmente se enfoca en construir un consenso en torno al aumento gradual de la ayuda militar a Kyiv, incluyendo la potencial entrega de misiles Taurus. En esta compleja partida política, la cuestión de suministrar armas de largo alcance sigue siendo una prueba fundamental para la unidad interna del espectro político alemán y su postura respecto al apoyo a Ucrania en su lucha por la soberanía y la integridad territorial. Al mismo tiempo, el papel de los activistas civiles, la oposición y los aliados occidentales será igualmente importante, ya que el curso futuro de la guerra entre Ucrania y Rusia dependerá en gran medida de la determinación y apertura de Berlín.