Un giro inesperado en la recompensación de los militares ucranianos: el nombre de uno de ellos desapareció anteriormente de la orden, pero ha vuelto a aparecer en las listas de reconocimientos estatales
Se trata de Bogdan Krotevich, exjefe del Estado Mayor de la 12ª Brigada Especial de Asalto «Azov», quien anteriormente estuvo en el centro de un escándalo por su renuncia y críticas públicas a la comandancia. Según información oficial, el presidente Volodymyr Zelensky por medio de un decreto del 26 de mayo concedió a Bogdan Krotevich la Orden de Bohdan Khmelnytsky de II grado, una de las condecoraciones estatales más prestigiosas. En el documento se destaca que la base para la entrega fue la “valentía personal demostrada en la protección de la soberanía y la integridad territorial de Ucrania, y su servicio desinteresado al pueblo ucraniano”. Cabe señalar que previamente su nombre desapareció por completo de las listas oficiales de premios, lo que provocó un considerable revuelo y cuestionamientos de la sociedad. El antecedente del conflicto con el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Oleksandr Syrskyi, salió a la luz en primavera. El 9 de abril, Bogdan Krotevich, en una entrevista con el medio británico The Guardian, abiertamente le pidió que dimitiera. El militar considera que Syrskyi carece de una visión estratégica y pone en peligro la vida de los militares, ya que da órdenes “casi delictivas” que tienen un impacto destructivo en la situación en el frente y que están relacionadas directamente con la seguridad del ejército ucraniano. Dos días después, el 11 de abril, Krotevich afirmó que su nombre desapareció del decreto presidencial oficial sobre el reconocimiento. A pesar de las suposiciones iniciales de que esto pudo haber sido por motivos políticos debido a sus críticas abiertas a la dirección de las Fuerzas Armadas, en la Guardia Nacional de Ucrania aseguraron que la “desaparición” del apellido se debió a un error técnico y a un malentendido. Mientras tanto, los partidarios del militar enfatizan su dedicación y valentía, y la propia recompensa fue otorgada tras un prolongado conflicto de declaraciones abiertas y apariciones públicas. Esto demuestra la complejidad y diversidad de la política militar moderna en Ucrania, así como los eventos que ocurren en los niveles del mando: la cuestión de la lealtad, la visión estratégica y la voz pública de los militares se vuelven cada vez más agudas. De este modo, la historia de Bogdan Krotevich se ha convertido en una ilustración clara de que, incluso en condiciones difíciles y enredadas de servicio estatal, es posible transformar los conflictos en períodos de reforma y perturbaciones institucionales, así como demostrar su valor tanto para el Estado como para la sociedad. Todos esperan un desarrollo continuo de los hechos y una confirmación evidente del principio de que los reconocimientos y las distinciones deben mantenerse objetivos y justos, independientemente de disputas políticas o personales.