Lituania ha manifestado una enérgica protesta contra la Federación Rusa en relación con los nuevos crímenes de gran escala cometidos en el marco de una guerra no declarada contra Ucrania

Chas Pravdy - 27 mayo 2025 19:41

El Ministerio de Asuntos Exteriores del país entregó oficialmente el 27 de mayo al embajador de Rusia en Lituania una nota de protesta, condenando las acciones del gobierno de Moscú que están causando un grave infierno humanitario y civil para la población ucraniana. Esto representó un nuevo paso oficial del estado báltico en el contexto de la creciente crítica internacional y la presión de sanciones hacia el país agresor. Según declaraciones de representantes del Ministerio de Asuntos Exteriores de Lituania, en ese día, un alto funcionario de la embajada rusa acudió a los diplomáticos, a quienes se informó sobre la inadmisibilidad de los crímenes de guerra cometidos durante la prolongada guerra iniciada por Moscú. Se le leyeron en su totalidad las posiciones que condenan los bombardeos sistemáticos de objetivos civiles ucranianos, la destrucción de infraestructura y los ataques masivos contra la población civil. En la declaración del Ministerio de Asuntos Exteriores de Lituania se enfatiza que las fuerzas rusas continúan empleando misiles y drones para atacar ciudades ucranianas, causando muertes y heridas a civiles, especialmente niños. El gobierno recordó que tales acciones no tienen una caducidad jurídica y constituyen claramente crímenes de guerra, por los cuales la responsabilidad llegará tarde o temprano. Lituania hizo un llamado a la comunidad internacional a unir esfuerzos y aumentar la presión sobre Rusia, ya que «la negativa a declarar incluso una breve, de 30 días, pausa en el fuego» demuestra la intención de continuar la guerra e ignorar los esfuerzos de las instituciones internacionales para detener la masacre. En el contexto de los nuevos ataques con misiles, cabe recordar que desde principios de mayo, los defensores ucranianos han registrado repetidamente ataques a gran escala por parte de las fuerzas rusas, incluyendo el uso de misiles balísticos. Según datos de las Fuerzas Aéreas de Ucrania, el 24 de mayo fueron lanzados 14 misiles «Iskander-M» y más de 250 drones de ataque contra el territorio ucraniano. La noche siguiente, el 25 de mayo, Rusia realizó más de 300 ataques aéreos, empleando misiles de diferentes tipos —cruza, balísticos y guiados— así como drones de ataque. El 26 de mayo, el número de estos ataques no disminuyó significativamente: el Kremlin dirigió más de 360 medios de ataque hacia Ucrania, incluyendo misiles de crucero y drones de combate. Respecto a los métodos severos de tortura de prisioneros de guerra ucranianos, la guerra está tomando un giro aún más grave. Según información de la Dirección Principal de Inteligencia de Ucrania, solo el 24 de mayo se registraron más de 150 casos de fusilamientos u otras formas de destrucción de defensores ucranianos en el campo de batalla por parte de los rusos. Las violaciones de derechos humanos, en particular los fusilamientos masivos de prisioneros de guerra desarmados, se han convertido en uno de los principales temas de atención de la comunidad internacional y de los medios de comunicación, que llaman a tomar medidas inmediatas y a responsabilizar a los culpables. Las reacciones a las acciones militares de Moscú son activamente comentadas por líderes extranjeros. En particular, el 25 de mayo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, emitió una declaración sobre la agresión rusa, señalando que EE.UU. está considerando la imposición de sanciones adicionales contra la Federación Rusa por sus crímenes en Ucrania. Y, ya el 27 de mayo, Trump se expresó duramente sobre Vladímir Putin, calificándolo de que «juega con fuego», sugiriendo la irreversibilidad de los pasos agresivos del Kremlin y las posibles consecuencias para la seguridad internacional. La guerra en Ucrania ha agravado aún más el conflicto internacional y ha puesto en evidencia el problema de la impunidad por crímenes de guerra. Lituania, junto con otros países de la UE y de la OTAN, continúa insistiendo en el reforzamiento de las sanciones y en el apoyo humanitario a Ucrania. Los últimos acontecimientos han confirmado una vez más que la comunidad internacional debe estar preparada para tomar más medidas en defensa de la soberanía ucraniana y para estabilizar la situación en el continente europeo.

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