Debido a los ataques masivos e ininterrumpidos por parte de los ocupantes rusos, la situación en Jersón se ha vuelto a tensar: una parte de la ciudad ha quedado sin electricidad
Esto ocurrió como resultado de golpes destructivos dirigidos a la infraestructura, que provocaron interrupciones en el suministro eléctrico en algunos barrios de la ciudad. Se informa que las áreas más afectadas fueron el centro y el distrito de Dnipro, donde algunos residentes permanecieron sin electricidad temporalmente, lo que causó dificultades adicionales para los ciudadanos en una situación ya de por sí tensa. El jefe del puesto de prensa de la Administración Militar Regional de Jersón, Oleksandr Tolochinnikov, informó a las agencias de prensa que la causa de las interrupciones fue una red y equipo dañados como consecuencia de los ataques rusos. Los servicios especializados ya trabajan en la recuperación del suministro de electricidad, pero se espera que se restablezca por completo antes del 27 de mayo, si la situación de seguridad no empeora aún más. «Los expertos conocen el problema, están trabajando en su resolución», señaló Tolochinnikov. «Esperamos que en unos pocos días, el próximo viernes, podamos conectar a la mayoría de los usuarios. Todo depende de la seguridad, ya que el enemigo no cesa en sus ataques». Esta no es la primera noticia trágica. El 23 de mayo, las fuerzas rusas utilizaron drones para atacar el sector residencial de Jersón. Tras ese ataque, muchos testigos confirmaron que el dron se desvió de su curso, pero sus fragmentos impactaron a un residente de la ciudad, quien resultó herido y posteriormente murió en el hospital. Además, el lunes, alrededor de las 15:50, cerca del pueblos de Kómyshany, situado cerca de Jersón, los rusos atacaron con un dron un vehículo. Los explosivos lanzados desde el dron causaron daños considerables y hirieron a dos menores —un niño de siete años y uno de quince—. Esto demuestra una vez más cuán peligrosos y destructivos son los ataques rusos para la población civil, especialmente para los niños, que día a día permanecen en la mira. La guerra mantiene a Jersón en estado de tensión. La población ya se ha acostumbrado a los bombardeos y ataques regulares, pero cada nueva ola destruye no solo la infraestructura, sino también el estado psicológico de los residentes, quienes desean regresar a una vida pacífica. Lamentablemente, mientras la situación de seguridad siga siendo inestable, la recuperación del suministro eléctrico y la estabilización de la situación en la ciudad permanecen en duda. Por el momento, las mayores esperanzas están puestas en el futuro, cuando, gracias a los esfuerzos de los especialistas y en condiciones que permitan una situación segura, se planea restablecer lo antes posible un suministro eléctrico normal en todos los barrios de la ciudad y devolver a los residentes la posibilidad de vivir y trabajar sin interrupciones ni molestias relacionadas con la luz. Sin embargo, por ahora, a pesar de algunas señales positivas, la situación sigue siendo tensa, y la vida y la propiedad de las personas están en peligro.