El ministro de Defensa de Alemania inicia una renovación urgente de las fuerzas armadas debido a la creciente amenaza de ataque de Rusia
En el contexto de la escalada de la tensión geopolítica y del aumento constante de las capacidades militares de Moscú, el Ministerio de Defensa de Alemania ha encabezado una campaña de movilización exhaustiva destinada a fortalecer significativamente el potencial de defensa del país. Según datos de la agencia Reuters, el ministro de Defensa, Karl Lauterbach, ha dado una orden clara para la rápida modernización de las Fuerzas Armadas alemanas — el Bundeswehr — implicando la adquisición de armamento y tecnología modernas capaces de garantizar una defensa máxima del país para 2029. El documento, que actualmente está a disposición de los periodistas, subraya la importancia crítica de incrementar cuanto antes la potencia militar, especialmente ante la posible amenaza de una invasión por parte de Rusia en la región. La directiva presta especial atención a la mejora de las capacidades defensivas y ofensivas de Alemania frente a un posible ataque de Moscú, lo que, según los altos responsables de la OTAN, podría aumentar la tensión en la región y complicar la situación de seguridad no solo en Europa, sino en todo el continente. El documento enfatiza que, para finales de 2029, Rusia podría restaurar sus fuerzas y recursos a tal grado que sería capaz de lanzar una agresión a gran escala contra los países miembros de la alianza NATO, por lo que Ucrania, Polonia, los países bálticos y otros Estados deben prepararse para un alto nivel de enfrentamiento militar. Según fuentes internas, el Ministerio de Defensa desarrollará un plan específico para la adquisición y producción de armamento que tenga prioridad. En particular, se ha establecido con firmeza la tarea de adquirir y desplegar en cortos plazos sistemas de defensa antiaérea de la más alta calidad. Otro objetivo estratégico importante es fortalecer considerablemente la capacidad del ejército para realizar ataques de alta precisión contra objetivos estratégicos del enemigo — en retaguardia y a distancias superiores a 500 kilómetros. Se hace énfasis en sistemas de alcance lejano, como Patriot, y en unidades de cobertura cercana. El ministro de Defensa también reconoció la necesidad de aumentar las reservas de municiones y elevar los niveles mínimos de acumulación en todas las ramas de las armas. Este aspecto es clave para mantener la preparación de combate continua y la capacidad de reaccionar rápidamente ante cualquier desafío. Además, en el documento se señala que se debe prestar atención especial a la creación de potentes sistemas de guerra electrónica, capaces de bloquear los sistemas de mando del enemigo y reducir su capacidad de respuesta en combate. Un componente importante de los planes estratégicos es también el desarrollo de la llamada infraestructura espacial. La directiva establece claramente metas ambiciosas para crear un “sistema resiliente” que garantice las capacidades ofensivas y defensivas en el espacio, considerando las amenazas modernas relacionadas con la interferencia en el entorno espacial y con el fin de mantener el control sobre los medios tecnológicos de alta gama. Según los altos mandos militares, la situación mundial se vuelve cada vez más tensa. El comandante en jefe del ejército alemán, Alfonso Mays, destacó aún en mayo que la movilización social y industrial devastadora de Rusia y el rápido aumento de sus capacidades militares indican que Moscú se está preparando activamente para una operación militar a gran escala en los próximos años. “Observamos cómo las fuerzas rusas rellenan sus reservas, modernizan su equipo y refuerzan su preparación de combate. No realizarán una agresión a gran escala antes de 2029, pero no se descarta que comiencen a probar nuestra respuesta antes”, afirmó. Resumiendo la situación, expertos y analistas militares subrayan que la actual política de Berlín de acelerar el rearmamento y fortalecer las capacidades de defensa envía una señal clara a todos los socios de la OTAN y a posibles adversarios. En un momento en que el ejército ruso muestra un alto nivel de movilización y preparación técnica, Europa y sus aliados deben reaccionar de manera responsable y rápida para garantizar su seguridad y estabilidad regional. Ya es evidente que los acontecimientos en torno a Ucrania y la amenaza proveniente de Moscú obligan a reconsiderar las estrategias de defensa y a redistribuir recursos para responder a una posible agresión en cualquier momento.