Los ocupantes rusos afirman que durante la noche del 25 de mayo, lograron destruir y interceptar una cantidad récord de aparatos no tripulados ucranianos, en total 110 drones de diferentes tipos
Esta información fue difundida por el Ministerio de Defensa de Rusia, asegurando que todos estos medios aéreos no tripulados fueron destruidos o interceptados por sistemas de defensa aérea en el territorio del país agresor. Según las declaraciones del ejército ruso, la mayor cantidad de drones destruidos — 16 — se registró sobre la región de Tula. No menos, 14, cada uno, fueron derribados sobre las regiones de Брянска y Калужская. Además, según los informes de los ocupantes, 13 drones fueron destruidos tanto en la región de Moscú como en el territorio de Tver. También, las fuerzas rusas afirman que sobre las regiones de Belgorod y Kursk se lograron interceptar diez drones cada una, y otros 8 sobre la región de Oryol, además de 2 sobre Smolensk, Lipetsk, Nizhni Nóvgorod y Novgorod. Además de los aparatos ucranianos, datos no confirmados indican que otros siete drones fueron detectados sobre Crimea, ocupada por Rusia. Estas declaraciones encajan en el contexto de una guerra de información y la creciente tensión en torno al conflicto ruso-ucraniano. Cabe señalar que el Kyiv oficial y las fuerzas armadas de Ucrania actualmente no comentan sobre estas afirmaciones rusas, pero este incidente reitera la intensificación de la lucha por la superioridad aérea y la información entre las partes. Mientras tanto, el lado ucraniano sigue mejorando la eficacia de los sistemas de defensa aérea, además de intensificar los ataques a las cadenas logísticas y objetos militares en territorio ruso. Hasta ahora, no hay confirmaciones oficiales sobre pérdidas o éxitos en respuesta a esta situación, pero el incidente con los drones demuestra una vez más el incremento de la tensión y la escalada en los combates en la región. Ucrania llama una vez más a la comunidad internacional a fortalecer el apoyo y el equipamiento para hacer frente eficazmente a la agresión rusa, en particular en el ámbito de la defensa aérea, para evitar una mayor escalada y el aumento de ataques similares en el futuro.