Las fuerzas rusas volvieron a atacar un barrio residencial en Járkov, causando una tragedia en la ciudad de Kupiansk
Como resultado de un ataque aéreo a un edificio de viviendas, fallecieron dos civiles, y varias personas resultaron heridas de diversas gravedad. Este es otro ejemplo de la escalada implacable del terrorismo ruso contra las ciudades y pueblos ucranianos, que tiene efectos destructivos en la población local y arruina decenas de vidas. Según la información del jefe de la Administración Militar Regional de Járkov, Oleg Synegubov, la información sobre el incidente está confirmada por fuentes oficiales. Según su declaración, se sabe de la muerte de dos mujeres de 85 y 56 años. Además, como resultado del ataque, otras tres personas resultaron heridas: un hombre de 60 años, una abuela de 75 y una mujer de 68. Los médicos trabajan sin descanso brindando la ayuda necesaria a los afectados, pero las consecuencias de este bombardeo ya no se pueden ignorar. Los detalles del incidente indican que el ataque fue realizado con una bomba aérea FAB-500, un arma de alta precisión que destruyó implacablemente el edificio de viviendas, arruinando vidas civiles en sus hogares. Este ataque se suma a una serie de acciones agresivas de las tropas rusas contra Ucrania, que no cesan desde hace varios años. Cabe señalar que, la noche del 25 de mayo, el enemigo llevó a cabo un ataque combinado a gran escala en varias regiones del país. Según las estimaciones del lado ucraniano, se utilizaron más de 367 medios de ataque aéreo, de los cuales más de 310 ya han sido destruidos o perdidos por las fuerzas y sistemas de defensa aérea ucranianos. Con ataques de esta escala, el enemigo demuestra su agresividad y su negativa a llegar a una solución diplomática, tratando de incrementar la presión psicológica y la destrucción en Ucrania. Especialmente, las víctimas de este ataque nocturno fueron los residentes de la región de Zhytomyr, donde murieron tres menores. Además, 12 ucranianos resultaron heridos de gravedad diversa, lo que subraya aún más la urgente necesidad de continuar con el apoyo defensivo y humanitario por parte del Estado. En general, la situación sigue siendo tensa y muy difícil. Los servicios de seguridad y defensa ucranianos trabajan las 24 horas para hacer frente a la agresión, mientras los ciudadanos continúan viviendo en un estado de incertidumbre y miedo, ya que los bombardeos rusos se vuelven cada vez más frecuentes y destructivos. El gobierno y la comunidad internacional deben intensificar sus esfuerzos para acelerar la cesación del conflicto y garantizar la seguridad de los civiles. Estos acontecimientos confirman una vez más la importancia de la unidad del pueblo ucraniano en la lucha por la libertad y la integridad del país, así como la necesidad de un apoyo internacional reforzado para hacer frente a la agresión rusa, que implacablemente destruye vidas y destruye infraestructuras.