La noche del 25 de mayo, las fuerzas de defensa ucranianas enfrentaron una prueba de resistencia a gran escala, ya que el enemigo llevó a cabo el ataque aéreo más masivo desde el comienzo del año
Según datos de las Fuerzas Aéreas de Ucrania, esa noche las tropas rusas emplearon casi 370 medios de ataque aéreo, entre los cuales hubo una cantidad significativa de misiles y vehículos aéreos no tripulados. En total, durante el ataque se lanzaron más de 9 misiles balísticos, incluyendo series de "Iskander-M" y KN-23, así como 55 misiles de crucero de varios tipos — X-101 y "Calibre". La mayoría de estos misiles fueron lanzados desde aviones de la aviación estratégica Tu-95 y Tu-160, así como desde los aviones Tu-22M3. Además, las fuerzas rusas utilizaron un misil de crucero X-22, lanzado desde un Tu-22M3, y varios misiles de artillería guiada X-59/69. La situación se volvió aún más tensa debido a casi 300 drones kamikaze — UAV de diferentes tipos, incluidos Shaheds. De acuerdo con información preliminar de las fuerzas militares ucranianas, la defensa aérea derribó 45 misiles de crucero X-101 y "Calibre", así como dos misiles X-59/69, reduciendo así la amenaza. Al mismo tiempo, aproximadamente 2 misiles fueron destruidos o perdidos en áreas específicas en tres direcciones: este, norte y sur. En total, las unidades antiaéreas lograron eliminar con éxito 127 UAV, incluidos los Shaheds iraníes que los militares rusos utilizaron para atacar territorio ucraniano. Cabe destacar la magnitud de los daños y la extensión de las consecuencias de este ataque. Como resultado de los bombardeos con misiles y drones, varias regiones del país resultaron afectadas. Se registraron impactos en 22 ubicaciones distintas, así como la caída de fragmentos de misiles abatidos y drones en otras 15 áreas — muchas de ellas ocasionaron daños en viviendas y objetos civiles. Los militares también señalaron que gran parte de los misiles y drones fueron derribados o neutralizados en el aire y en tierra durante su ataque por parte de los sistemas de defensa aérea o mediante medios de guerra electrónica. Así, 45 misiles de crucero y 266 UAV fueron destruidos o suprimidos. Curiosamente, incluso después del ataque, en algunas regiones de Ucrania se observaron fragmentos caídos y daños provocados por los restos de misiles balísticos y de crucero abatidos, así como por los drones. Según cálculos de las fuerzas militares, las pérdidas del enemigo representan un éxito táctico para Ucrania: muchos objetivos fueron destruidos, y parte de los misiles y drones fue liquidada aún en el aire o en su intento por alcanzar los objetivos. Los datos preliminares indican que el adversario intenta crear una situación de máxima tensión y obligar a los defensores ucranianos a actuar en condiciones de alta alerta y con tiempo limitado, tratando así de compensar sus pérdidas significativas en otros sectores del frente. Esta noche ha sido otra prueba de lo tensa y peligrosa que es la situación en el aire, y la defensa aérea ucraniana demuestra una notable resistencia y capacidad para hacer frente a la agresión del enemigo incluso en las condiciones más difíciles. Al mismo tiempo, las consecuencias de estos lanzamientos se sentirán durante mucho tiempo en las regiones afectadas por el masivo ataque ruso.