La inteligencia ucraniana ha hecho públicos pruebas de una colaboración militar a gran escala entre China y Rusia, lo cual tiene graves consecuencias para la situación de seguridad en la región
Según la información recibida del jefe del Servicio de Inteligencia Exterior de Ucrania, Oleg Ivashchenko, China suministra sistemáticamente a la Federación Rusa productos químicos especializados, pólvora y equipos pesados; todo esto contribuye al fortalecimiento militar de Moscú. Estos suministros afectan al menos a veinte empresas militares rusas, lo que indica la magnitud y la sistematicidad de esta cooperación. En su discurso, Ivashchenko explicó que se trata de maquinaria y componentes utilizados para la producción de armas y equipo, así como el suministro de productos químicos especializados y municiones, incluyendo mezclas de pólvora. Es importante destacar que estas entregas no son eventuales, sino que se realizan en intervalos de tiempo establecidos, lo que permite a Rusia aumentar su potencial militar minimizando los riesgos de detección. Otro aspecto de la inteligencia es la cooperación en el sector aeronáutico. Según el principal oficial de inteligencia, en 2024-2025 se registraron al menos cinco casos importantes de colaboración entre Rusia y China en el ámbito de la tecnología aeronáutica. Esto incluye intercambios de equipos, piezas de repuesto y documentación que puede ser utilizada para la reparación y modernización de la aviación militar. Se señala también que en seis casos separados se observaron entregas masivas de productos químicos especializados que podrían usarse en la fabricación de maquinaria bélica y explosivos. Además, es fundamental el hecho de que a principios de 2025 alrededor del 80% de la electrónica crítica, incluso para sistemas no tripulados rusos, proviene de China. Los intelligence ucranianos reportan la existencia de esquemas para eludir y sustituir el origen de estos productos, incluyendo empresas «puente» por donde se transfieren a Rusia componentes esenciales para la producción de microchips. Esto significa que, independientemente de las declaraciones oficiales, China apoya activamente la capacidad técnica de Rusia en el sector militar de manera consciente y dirigida. El contexto de estas revelaciones fue la confirmación oficial por parte de Ucrania a finales de abril, cuando el presidente Volodymyr Zelensky anunció que, según inteligencia, China suministra artillería, pólvora y participa en la producción de armamento en territorio ruso, contribuyendo directamente a la escalada del conflicto. Pekín negó inmediatamente esta información, asegurando que no suministra armas letales a ninguna de las partes del conflicto en Ucrania y que mantiene una política de neutralidad. No obstante, independientemente de las declaraciones oficiales, los hechos indican otra cosa: China respalda a Rusia realizando entregas sistemáticas de materiales y tecnologías militares, lo que plantea nuevos desafíos para la seguridad global y la estabilidad regional. Los países occidentales señalan que esta estrecha relación entre Pekín y Moscú permite a Rusia conservar y ampliar su potencial militar incluso en tiempos de sanciones internacionales y presiones políticas. Esto cuestiona la objetividad de la postura oficial de China respecto a la guerra y requiere una mayor atención a lo que se denomina la posición «neutra» de Pekín en el conflicto, la cual se oculta cada vez más tras una fachada de equilibrio diplomático.