El escritor ucraniano y exrehén Stanislav Aséyev hizo pública una información importante y alarmante sobre el estado de los civiles ucranianos que llevan más de ocho años en cautiverio en manos de Rusia

Según sus palabras, durante la fase final del intercambio masivo de prisioneros en formato “1000 por 1000” entre los liberados no había ningún civil que hubiera estado en cautiverio en Rusia durante todos esos años. Esto ha generado una verdadera preocupación, ya que más de ocho años los ucranianos permanecen en la condición de rehenes del enemigo sin perspectivas de liberación, mientras que los procedimientos oficiales y esfuerzos diplomáticos aún no producen resultados adecuados. Aséyev informó sobre esta información en su página de Facebook, señalando que aproximadamente un año y medio antes ya había entregado una lista de rehenes al presidente Volodymyr Zelensky. Sin embargo, parece que esa lista aún no ha dado resultados: no ha habido liberaciones correspondientes, y muchos de los que caíron en cautiverio ruso siguen viviendo en la incertidumbre sobre su futuro. Según Aséyev, la mayor parte de los civiles están en la colonia de régimen estricto nº 32 en Makiyivka, que los ocupantes rusos utilizan como uno de los principales puntos de retención de prisioneros ucranianos. Fueron trasladados allí tras su liberación de “Izoliatsiya” y otros lugares de privación de libertad anteriores. La historia de aquellos que ayudaban a la parte ucraniana durante los combates en Mariupol y en el Donbás, cuando la mayoría de ellos mostraban indiferencia respecto a la situación que allí se desarrollaba, resulta especialmente triste. En opinión de Aséyev, esto añade otro dolor y justicia a esta tragedia. Él destaca que el plazo de permanencia en cautiverio es un criterio importante, y aunque no es justo comparar los sufrimientos de diferentes rehenes, el hecho queda claro: estas personas llevan mucho más tiempo en esclavitud que muchos otros. Aséyev mismo subraya que el Estado debe prestar especial atención a estos prisioneros de largo plazo, ya que su sufrimiento no es menos importante y no se puede ignorar esta problemática. Además, no oculta sus convicciones respecto al nivel de valor que estas personas tienen para las autoridades rusas. Según él, para el Kremlin y el régimen ruso, estas personas — “nadie”. En la zona de detención nº 32, estos son los llamados rehenes, que desde la perspectiva de Rusia no tienen un valor especial. Esto pone en duda la postura hacia sus propios ciudadanos y civiles que están en cautiverio. “Estas personas para Rusia — nadie. Por eso, la pregunta importante es — ¿tienen algún valor para su país, para Ucrania?” — indica Aséyev. La historia previa indica que el 25 de mayo, Ucrania y Rusia realizaron nuevamente un tercer intercambio de prisioneros en formato “1000 por 1000”. Como resultado de los acuerdos, regresaron a casa otros 303 defensores ucranianos, lo que fue un hecho significativo. Sin embargo, entre los liberados no hubo ningún “azovista” — combatientes del regimiento “Azov”, que estuvieron en cautiverio ruso durante mucho tiempo. El coronel Denis “Redis” Prokopenko, comandante de la brigada de la Guardia Nacional “Azov”, expresó su preocupación por este hecho, subrayando que, en su opinión, las autoridades no muestran suficiente voluntad y esfuerzo para devolver a estos héroes a casa. Él insiste en que su regreso es extremadamente importante para Ucrania, ya que estos combatientes defendieron activamente el país en los momentos más difíciles y merecen atención y apoyo especiales. En general, la situación de los rehenes ucranianos, en particular los civiles que llevan más de 8 años en cautiverio, sigue sin resolverse y genera un fuerte enojo y preocupación en la sociedad. La decisión de devolver a estas personas a su hogar, garantizar su seguridad y dignidad, coloca metas aparentemente inalcanzables, pero impulsa a las autoridades ucranianas y a la comunidad internacional a activar esfuerzos para buscar vías de salvación para los ciudadanos ucranianos y devolverlos a su tierra natal.