Rusia ha llevado a cabo una modernización a gran escala de sus misiles balísticos «Iskander-M», lo que tiene un impacto significativo en la situación de seguridad de la región y complica la respuesta ante las capacidades de defensa de Ucrania

Chas Pravdy - 24 mayo 2025 13:25

Sobre esto, y a la luz de nuevos datos, informó el portavoz de las Fuerzas Aéreas de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Yurii Ignat, durante una telemaratón, añadiendo que estos sistemas de misiles han recibido una superestructura tecnológica que hace más difícil su neutralización para los sistemas antibalísticos, en particular los sistemas estadounidenses Patriot. Según Ignat, los especialistas rusos han aplicado un método que consiste en el uso de trampas de radar, trampas especiales que imitan el reflejo de radar de un misil, lo cual permite destruir los sistemas de señal dirigidos y dificultar su trabajo de interceptación precisa. Esto significa que los misiles "Iskander-M" ahora pueden maniobrar durante el vuelo, realizando diversas maniobras y desviaciones de la trayectoria recta. "Los misiles que atacan en trayectoria balística — y estos son precisamente los 'Iskander-M' —, ahora han sido mejorados y modernizados: una de sus principales innovaciones es la utilización de trampas de radar. Estas son señales especiales que imitan el reflejo real de radar del misil, pero en realidad son señuelos. Además, ahora estos pseudo-misiles, que se mueven por una llamada 'trayectoria pseudo', cuya trayectoria de vuelo difiere sustancialmente de la recta, tienen la capacidad de realizar diversas maniobras, lo que complica aún más su trabajo de interceptación para los sistemas Patriot", comentó Ignat. Esta modernización técnica tiene un carácter estratégico y, según el especialista, reduce significativamente la eficacia de los sistemas antimisiles y dificulta su proceso de interceptación. El sistema Patriot, que anteriormente aseguraba con éxito la intercepción de misiles balísticos, ahora, con la introducción de nuevas tácticas rusas, se vuelve menos confiable, lo cual requerirá mejoras en las Fuerzas Armadas de Ucrania y en los países aliados. El punto de partida de estos eventos fue la noche del sábado, cuando Rusia llevó a cabo un ataque masivo con misiles, lanzando 14 misiles balísticos y aproximadamente 250 drones de diferentes tipos. Según datos oficiales de Ucrania, lograron derribar seis misiles balísticos y 128 drones. Los otros 117 drones fueron bloqueados por sistemas de guerra electrónica (EW) y otros medios, aunque algunos de ellos fueron utilizados con éxito contra objetivos en territorio ucraniano. Estos hechos evidencian el acento en la intensificación de la táctica rusa en la guerra, que incluye no solo una activa modernización de sus sistemas de misiles, sino también la utilización de técnicas avanzadas para confundir los sistemas de interceptación. Esto requiere una reorientación estratégica y una constante adaptación de los medios defensivos ucranianos a los nuevos desafíos. En general, los cambios técnicos en el armamento de Rusia demuestran su intención de mantener la superioridad en ataques con misiles de alta precisión y de dificultar el trabajo de la defensa aérea de Ucrania y sus aliados. Al mismo tiempo, los expertos y militares ucranianos continúan trabajando en la mejora de sus sistemas y tácticas para responder de manera efectiva a los nuevos desafíos en el campo de batalla.

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