En los debates presidenciales en Polonia: discusiones acaloradas sobre Ucrania, Zelenski y política internacional

La noche del 23 de mayo estuvo marcada por tensos debates televisados entre los candidatos a la presidencia de Polonia, en los cuales, por primera vez en un debate preelectoral, se abordaron de manera especialmente aguda y detallada las cuestiones relacionadas con Ucrania, sus relaciones con Polonia y el papel del líder ucraniano Volodymyr Zelensky. Este diálogo, que atrajo la atención de una amplia audiencia, llamó la atención de expertos y observadores políticos por su imprevisibilidad y su importancia para el futuro de la región. Los principales protagonistas de la polémica fueron los candidatos que representan diferentes fuerzas políticas. El candidato de oposición, Karol Nawarocki, respaldado por fuerzas opositoras, expresó su crítica hacia la actitud de Zelensky hacia Polonia, señalando que su postura es poco amistosa y abierta. Nawarocki subrayó que la forma en que actúa en las relaciones polaco-ucranianas tiene un estilo que calificó como «malas relaciones», sugiriendo un posible impacto negativo en los intereses polacos. Por otra parte, el candidato del gobierno, Ráfel Trzaskowski, acusó a Zelensky de hablar supuestamente «como Vladimir Putin» respecto a la adhesión de Ucrania a la OTAN. Con humor y al mismo tiempo con dureza, Trzaskowski se opuso a las concepciones que, según él, socavan las posibilidades de Ucrania en el ámbito internacional, especialmente en temas de seguridad e integración euroatlántica. Ambos candidatos, en su intercambio de opiniones, se formularon tres preguntas mutuas en seis bloques temáticos, abarcando desde la economía hasta las políticas sociales, con especial énfasis en temas de migración y relaciones polaco-ucranianas. Casi toda la discusión giró en torno al tema de la migración, que desde hace tiempo es una cuestión candente en el escenario político y mediático polaco. Ambos candidatos se distanciaron de manera unánime del llamado Pacto Migratorio de la Unión Europea; Nawarocki confirmó que, en caso de ganar las elecciones, propondrá unilateralanente la ruptura de dicho acuerdo. Trzaskowski, por su parte, señaló que dicho pacto «nunca entrará en vigor» debido a la ayuda que Polonia ya ha prestado a Ucrania en forma de apoyo humanitario y militar. En respuesta, Nawarocki puso en duda esas declaraciones, insistiendo en que en 2015, cuando se adoptó dicho documento, aún no se había producido un conflicto bélico a gran escala en el este de Ucrania. Un bloque especial se dedicó a asuntos de seguridad. Trzaskowski preguntó a Nawarocki sobre su postura regional respecto a la adhesión de Ucrania a la OTAN y lo acusó de tener puntos de vista similares a los «discursos de Vladimir Putin». En respuesta, Nawarocki subrayó que sus declaraciones representan la postura constante de un polaco y añadió que, si Zelensky y otros ucranianos maltratan a Polonia, el pueblo polaco tiene todo el derecho de hablar abiertamente sobre ello. Destacó que millones de polacos en Polonia no tienen la oportunidad de expresar sus pensamientos por miedo a ser acusados de «propaganda rusa». En cuanto a las relaciones con EE. UU., Trzaskowski afirmó que nunca ha hablado palabras negativas sobre el ex presidente Donald Trump e incluso alegó tener «una relación sensacional» con los republicanos. Subrayó que Trump valora a «líderes duros, fuertes y influyentes» que sean capaces de defender los intereses de EE. UU. y sus aliados. Por su parte, Nawarocki admitió que a Trump le gustan los «hombres fuertes e influyentes» que hablan con «la voz de su pueblo» y defienden sus posiciones. La historia previa a estos debates se remonta a los resultados de la primera ronda, celebrada el 18 de mayo. Según los resultados, en la segunda vuelta avanzaron el alcalde de Varsovia, Ráfel Trzaskowski, candidato del partido gobernante, con un 31,36%, y Karol Nawarocki, director del Instituto de la Memoria Nacional de Polonia, como candidato de la oposición, con un 29,54%. Los votantes de ambos bandos se preparan para un decisivo voto final, que determinará en gran medida la orientación futura del país en cuestiones estratégicas de política internacional y reformas internas. Los primeros resultados y la lucha silenciosa por una postura independiente y la seguridad del país crean una atmósfera tensa y compleja en vísperas de las elecciones. Es importante destacar que el tema de Ucrania, su seguridad y nuestras relaciones con Kiev seguirá siendo una prioridad en la agenda de los futuros debates políticos y de las decisiones en Polonia. Una vez más, estos debates confirmaron que las cuestiones de política exterior, relaciones internacionales y equilibrio en este campo siguen siendo los temas más polémicos y capaces de generar tensiones emocionales. No se descarta que la lucha política en torno a estos temas determine el curso de las próximas elecciones y configure la política exterior de Polonia en los próximos años.