Donald Trump firmó una serie de decretos importantes que tienen como objetivo revolucionar la ciencia y la energía nuclear en Estados Unidos, sentando las bases para una nueva independencia estratégica y un renacimiento tecnológico del país

Chas Pravdy - 24 mayo 2025 03:19

Estos documentos constituyen una firme declaración de retorno de Estados Unidos a posiciones de liderazgo en áreas que impactan directamente el futuro de la seguridad nacional, la estabilidad económica y la independencia energética. Uno de los aspectos clave de la iniciativa es el programa de "renacimiento de la energía nuclear". Según informes de la administración, los decretos firmados prevén crear condiciones favorables para las pruebas de diseños modernos de reactores nucleares en laboratorios del Departamento de Energía, abriendo el camino para una implementación más rápida de tecnologías avanzadas en el sector nuclear. De este modo, EE. UU. busca fortalecer su potencial interno en la producción de energía atómica, reduciendo la dependencia de proveedores extranjeros y aumentando su competitividad en la arena mundial. Además, los decretos contemplan la posibilidad de construir nuevas instalaciones nucleares en dominios federales, lo cual será un paso importante para garantizar la seguridad energética del país. Al mismo tiempo, los reguladores responsables — en particular, la Comisión de Regulación Nuclear (NRC) — están obligados a emitir licencias de manera oportuna, evitando retrasos burocráticos y acelerando el proceso de implementación de nuevas tecnologías nucleares en la industria. El director de la Oficina de Ciencia y Tecnología de la Casa Blanca, Michael Kratsios, destacó: "Revitalizamos la industria nuclear de EE. UU., creando una cadena de suministro interna sostenible y segura de combustible nuclear, al mismo tiempo que conducimos al país hacia la soberanía energética y la independencia tecnológica. Este retorno estratégico al liderazgo en el campo nuclear debe sentar las bases para un suministro energético seguro, limpio y eficiente en el futuro." Asimismo, el presidente Trump firmó un decreto que introduce lo que se denomina el "estándar de oro de la ciencia", destinado a elevar radicalmente los niveles de transparencia, apertura a la crítica y verificación objetiva de las investigaciones, además de prevenir conflictos de interés en los esfuerzos científicos. Según el comunicado de la administración, este documento busca restaurar la confianza de la sociedad en la ciencia, lo cual, en el marco de la guerra de información moderna y el creciente escepticismo, resulta especialmente relevante. "El decreto establece nuevos estándares de ciencia de calidad, y todas las estructuras de investigación federal están obligadas a alinear sus programas y estudios con estos principios fundamentales. La administración de Trump también llama a todos los institutos científicos y académicos en EE. UU. a volver a las bases, restableciendo el 'estándar de oro' — una ciencia honesta, transparente e independiente", señala la Casa Blanca. Esta iniciativa ha generado una importante repercusión en los círculos científicos, educativos y políticos, ya que establece una plataforma a largo plazo para fortalecer la posición de EE. UU. en el mundo, tanto en tecnologías de punta como en áreas de seguridad nacional. El gobierno considera que una política orientada a un avance estratégico e innovador en las esferas nuclear y científica debe ser la base para un desarrollo económico estable y una mayor independencia energética, además de potenciar la influencia del país en la comunidad científica global.

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