En los Estados Unidos se ha dictado una decisión judicial importante que podría afectar significativamente el destino de miles de estudiantes extranjeros que estudian en el país

Chas Pravdy - 23 mayo 2025 06:32

El Tribunal Federal de Distrito de California consideró múltiples reclamaciones y declaraciones de defensores de los derechos estudiantiles y emitió una resolución que prohíbe oficialmente a la administración del presidente Donald Trump cancelar el estatus de visa de los estudiantes extranjeros sin un debido proceso judicial. Esta decisión tiene un alcance amplio y se aplica en todo el territorio de los Estados Unidos, convirtiéndose en uno de los pasos más importantes en la protección de los derechos de los ciudadanos extranjeros que estudian en el país. Según la resolución, ahora cualquier acción para privar a los estudiantes extranjeros de su estatus legal en EE. UU., incluyendo la cancelación de visas, solo puede realizarse mediante una revisión individual y específica. La Administración debe cumplir con todos los procedimientos establecidos en los reglamentos federales antes de tomar cualquier medida en esta esfera. Se destaca que la decisión toma en cuenta la necesidad de un enfoque fundamentado y exige a las autoridades que respeten los estándares establecidos, garantizando a los estudiantes el derecho a una protección justa y evitando medidas represivas infundadas. Esta decisión judicial surgió en medio de medidas masivas que la administración de Trump comenzó a aplicar a principios de año. En particular, se suspendió la inscripción de miles de ciudadanos extranjeros en el sistema SEVIS (Sistema de Información para Estudiantes y Visitantes de Intercambio), lo que les cerró el acceso a la residencia legal en EE. UU. bajo el estatus de estudiantes. En el contexto de esta medida, la administración justificó su decisión como parte de la lucha contra posibles amenazas por parte de estudiantes con antecedentes criminales, pero estas acciones también estaban parcialmente motivadas por el deseo de controlar más estrictamente el movilidad migratoria. Un factor adicional importante fue la información de que en ese mismo período, EE. UU. retiró la certificación de la Universidad de Harvard en relación con sus programas controlados a través de la base de datos SEVIS. Esto significaba que la universidad ya no podía inscribir legalmente a estudiantes extranjeros, lo que causó una grave crisis en su comunidad académica y provocó protestas. Sin embargo, cabe señalar que la orden correspondiente del tribunal federal se refiere específicamente a estudiantes individuales y su estatus legal, no a toda la institución educativa. Según expertos, la cancelación del registro en la base SEVIS conduce efectivamente a la pérdida del estatus legal de los estudiantes en EE. UU. Esto aumenta el riesgo de su detención, arresto y expulsión forzada, sin procedimientos adicionales. La autoridad, incluso en abril, restableció los estatus cancelados anteriormente a miles de estudiantes, a pesar de los numerosos procesos judiciales y disputas. Sin embargo, los jueces expresan preocupación por el hecho de que el gobierno intenta evitar el control judicial al modificar directamente su política en la resolución de casos particulares a su criterio. El juez federal Jeffrey White, en su fallo, critica activamente la estrategia de los funcionarios que "cambian abruptamente" su postura para evitar cumplir con los procedimientos legislativos y poder gestionar las solicitudes de los estudiantes a su discretion. Además, subraya que dicho enfoque es ilegal y puede dar lugar a numerosos abusos. White señala que los estudiantes que actualmente han presentado demandas tienen altas probabilidades de éxito, ya que su derecho a la protección se considera vulnerado, y la decisión de la administración es arbitraria e impredecible. Por su parte, la resolución prohíbe al gobierno detener o arrestar a los estudiantes cuyo estatus fue anulado, así como imponer cualquier consecuencia legal adversa sin un debido proceso judicial. Por otro lado, medios informaron previamente que el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU. suspendería la financiación de programas de subvenciones para la Universidad de Harvard por un monto superior a 60 millones de dólares. La razón alegada fue la supuesta falta de respuesta de la universidad ante actitudes antisemitas y acciones discriminatorias en el campus. A principios de marzo, la dirección de la universidad anunció que, debido a la incertidumbre financiera provocada por las políticas de la administración de Trump, se suspendió temporalmente la contratación de nuevos profesores y personal. En abril, la institución presentó una demanda contra el gobierno de EE. UU., acusándolo de tomar decisiones arbitrarias para reducir fondos destinados a investigaciones universitarias, como una forma de castigar a una institución rebelde por defender sus derechos constitucionales. En resumen, la situación en EE. UU. actualmente presenta muchas incógnitas y refleja un enfrentamiento entre el poder y las instituciones educativas, así como los intereses de los estudiantes extranjeros que buscan estudiar en un país que valora mucho la contribución intelectual y la colaboración internacional. La decisión judicial que prohíbe cancelar visas sin un debido proceso abre nuevas perspectivas para los estudiantes, aunque aún queda por consolidar esta victoria en el marco legislativo y lograr garantías estables de derechos para los extranjeros que desean estudiar en Estados Unidos.

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