El Primer Ministro de Polonia, Donald Tusk, condenó enérgicamente al candidato presidencial Karol Nawrocki por su promesa de no permitir la entrada de Ucrania en la OTAN, calificando esa declaración de «traición a la patria»

La reacción de Tusk se pronunció durante una emisión en el canal de televisión TVN24 y fue un comentario importante en medio de las batallas políticas en el país, que se preparan para las elecciones presidenciales. En su discurso, el líder polaco y exjefe de gobierno enfatizó que las declaraciones del candidato de la oposición son un paso sumamente grave y sin fundamento, que pone en duda los cimientos de la política exterior polaca. Según sus palabras, el interés nacional de Polonia durante muchos años ha estado estrechamente vinculado con el apoyo a la integración euroatlántica de Ucrania y su posible ingreso en la OTAN. Esto, a su juicio, no solo es una cuestión de seguridad estratégica del país, sino también una manifestación de una firme elección europea, que fue incuestionable durante su mandato como líder del gobierno. "La promesa del candidato a la presidencia de que Polonia jamás consentirá la entrada de Ucrania en la OTAN, es prácticamente una traición a los intereses nacionales," — afirmó Tusk. Añadió que esa declaración, supuestamente hecha para ganar la simpatía respecto al asunto ucraniano por parte de ciertos fuerzas políticas, muestra una profunda falta de visión a largo plazo e incluso una traición al curso estatal. Según el ex primer ministro, precisamente fortalecer la soberanía de Ucrania y su integración en las estructuras euroatlánticas son componentes clave para la seguridad no solo de Ucrania, sino también de toda la región. Tusk subrayó que no existían discrepancias entre él y el presidente Lech Kaczyński en cuestiones relativas a Ucrania: en temas de soberanía ucraniana, su orientación proeuropea y su membresía en la OTAN, había un entendimiento completo. Resaltó que se debe seguir apoyando la idea de ampliar la OTAN y garantizar la seguridad de las fronteras orientales, incluyendo a Polonia, que geográficamente e históricamente comparte mucho con la perspectiva ucraniana. Como antecedente de esta polémica acusación estuvo la transmisión en vivo por televisión, durante la cual Karol Nawrocki, comparable en su perfil a un candidato presidencial, firmó una declaración junto con el político radical Sławomir Menten, líder de la Confederación, una agrupación ultranacionalista y antimercados occidentales. En el marco de este acuerdo, Nawrocki declaró abiertamente que no tiene intención de apoyar ni ratificar la ley sobre la entrada de Ucrania en la OTAN, y que discutir sobre ese tema es una tontería e innecesario. Esa declaración se convirtió en uno de los temas principales de la campaña electoral de cara a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, que se celebrará el 2 de julio. En la primera vuelta, el 18 de mayo, el alcalde de Varsovia, Radosław Trzaskowski, del partido gobernante "Plataforma Cívica", lideró con un 31,36%. Junto a él, en la segunda vuelta, pasa el candidato de la opositora Partido Conservador "Ley y Justicia", Karol Nawrocki, que obtuvo un 29,54%. Ambos políticos compiten por la silla presidencial en un tema delicado y crucial, pero la reacción del líder formal de la política polaca y experimentado diplomático, Donald Tusk, muestra que el asunto de la soberanía de Ucrania, su seguridad y su integración en la familia euroatlántica siguen siendo tensos y fundamentales para la dinámica interna en Polonia. Mientras uno de los candidatos utiliza una narrativa que socava los valores y la confianza en la Unión Europea y la OTAN, Tusk hace un llamado a mantener una posición firme, orientada a apoyar a Ucrania en su aspiration de convertirse en parte de las estructuras de seguridad occidentales. En general, la lucha política en Polonia adquiere un tinte particular, enfrentándose a una ola aguda de desafíos internos y externos. Como se sabe, en tiempos de inestabilidad y desafíos geopolíticos, el apoyo a los valores democráticos y europeos es la base de la soberanía y la seguridad. Por ello, declaraciones como las de Nawrocki en esta ocasión vuelven a subrayar la importancia de mantener la vigilancia y una actitud responsable en la formulación de la política que determinará el futuro tanto de Polonia como de los países vecinos, en particular Ucrania.