Amplia violación de las sanciones: una empresa alemana suministró tecnología a Rusia a través de Eslovenia, ignorando las restricciones de la UE

En una investigación publicada por el prestigioso medio británico Politico, se ha descubierto que una de las principales empresas tecnológicas alemanas pudo haber exportado tecnología de manera ilegal a Rusia, utilizando un esquema de evasión de sanciones impuestas por la Unión Europea en 2023. Esto genera serias preocupaciones acerca del nivel de cumplimiento de los regímenes sancionatorios y de posibles esquemas de compromiso en el sector tecnológico de Europa. Según la investigación, la compañía Kontron, que cuenta con una amplia red de oficinas en todo el mundo, incluyendo en el Reino Unido y Estados Unidos, utilizó su filial en Eslovenia para transferir tecnologías de telecomunicaciones a Rusia. De acuerdo con documentos internos y datos de la aduana, desde finales de julio hasta noviembre de 2023, al menos 11 vuelos y envíos de carga fueron realizados desde la filial eslovena de Kontron, dirigidos directamente a la empresa rusa Iskra Technologies. El valor total de los suministros superó los 3,5 millones de euros. Esto ocurrió después de la entrada en vigencia del 11º paquete de sanciones, activado en junio de 2023, destinado a limitar el potencial de exportación de productos tecnológicos avanzados y de doble uso a Rusia. Se tomaron esfuerzos específicos en el control de documentación y permisos de exportación, sin embargo, los resultados de la investigación muestran que durante ese período, los esquemas de evasión permanecieron en funcionamiento. La revisión de declaraciones aduaneras y documentos de exportación indica que desde la filial eslovena de Kontron se realizaron al menos 11 envíos de materias primas y tecnologías, incluyendo sistemas SI3000. Este sistema tiene la capacidad de rastrear y interceptar el tráfico de telecomunicaciones, lo que lo hace especialmente sensible desde el punto de vista del control por posibles usos militares o de espionaje. La compañía afirma en sus declaraciones oficiales que todos los suministros fueron realizados conforme a los permisos otorgados por el gobierno de Eslovenia, y que su empresa dejó de realizar nuevos envíos tras junio de 2023. En particular, en comunicados de prensa y respuestas a consultas periodísticas, Kontron declaró: “Tras el establecimiento del 11º paquete de sanciones, detuvimos las exportaciones de nuevos productos y solo realizamos envíos permitidos bajo el régimen de licencias vigente”. Sin embargo, esta afirmación genera dudas a la luz de los hechos encontrados. Aún más inquietante es la participación de Kontron en esfuerzos para suministrar tecnología a través de terceros países y terceros actores. En particular, desde junio de 2023, la filial eslovena de la empresa realizó al menos 49 envíos de sistemas SI3000 y sus componentes a Kazajistán. Además, en agosto de 2023, se registró la fusión de Iskra Technologies con la compañía rusa RTSoft, que Kontron había señalado antes como su “empresa hermana”. RTSoft cuenta con una licencia emitida por el Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB) para el manejo de información clasificada, aunque Kontron afirma que dicha licencia fue cancelada en abril de 2022. Cabe destacar que, a finales de 2023, Kontron controla cerca del 48,4% de las acciones de Iskra Technologies en Eslovenia. Otras acciones pertenecen, según fuentes abiertas, a una “estructura rusa no relacionada con empresas estatales”, pero se desconoce quién es su propietario real. Actualmente no se han divulgado detalles sobre los beneficiarios finales. Asimismo, la investigación de datos documentales reveló operaciones financieras entre Kontron y su filial rusa. Según los registros, a finales de 2023, la empresa contrajo un préstamo superior a 3,5 millones de euros a favor de Iskra Technologies, que debe ser pagado en 2026–2027. Además, en 2022, Kontron extinguió deudas de la compañía rusa por más de 6,3 millones de euros. Estas operaciones financieras contradicen las medidas preventivas de la UE, que prohíben financiar o apoyar a estructuras sancionadas. En octubre de 2024, la aduana finlandesa inició una investigación por sospechas de transporte ilegal de productos tecnológicos hacia Rusia, incluyendo drones y hidrolocatores, por un monto de varios cientos de miles de euros. Los esquemas descritos prevén ocultar el destino final mediante declaraciones aduaneras que indican países de Asia Central y los Balcanes, aunque en realidad la tecnología estaba destinada a Rusia. En conclusión, esta historia evidencia violaciones sistemáticas de las sanciones, que en teoría deberían frenar el apoyo tecnológico a los objetivos estratégicos de Rusia. Al mismo tiempo, surge la cuestión sobre los mecanismos de control y responsabilidad, ya que los esquemas de evasión, facilitados por intermediarios y países terceros, complican aún más la lucha contra la exportación ilegal y fomentan la difusión de tecnologías prohibidas por la UE.